Al agua residual con alta carga orgánica, como la desechada en rastros, se le puede retirar hasta 96 por ciento de sus contaminantes gracias a una tecnología desarrollada por científicos mexicanos, la cual también impulsa la generación de energía renovable mediante el biogás que se produce durante el proceso.

Ana Laura Martínez Hernández, del  Instituto Tecnológico de Querétaro, creó una membrana que retiene tóxicos como plomo, arsénico, cromo y fenol.

California (EU).— Un grupo de científicos de la Universidad de California crearon una batería orgánica hecha a base de agua, por medio de una tecnología llamada flujo orgánico reductor.

Investigadores de la UNAM desarrollaron sistemas en los cuales se utilizan las microalgas para el tratamiento de aguas residuales y en la producción de biocombustibles gaseosos: metano e hidrógenas, esencialmente.