El papel de las montañas como depósitos de agua
Todos los grandes ríos del mundo tienen sus cabeceras en tierras montañosas y más de la mitad de la humanidad depende del agua dulce que se acumula en las zonas montañosas. Aunque constituyen una proporción relativamente pequeña de cuencas fluviales, la mayor parte del caudal se origina en las montañas, y esta proporción depende de las estaciones. Estos «depósitos de agua» son esenciales para el sustento de la humanidad. Al crecer la demanda, aumentan las posibilidades de conflicto por el uso del agua de las montañas. La gestión cuidadosa de los recursos hídricos debe ser, por lo tanto, una prioridad absoluta en un mundo que está destinado a una crisis de agua en el próximo siglo. Muchas razones impulsan a centrar la atención en las montañas. Las más importantes son: