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Tecnologías de la información El reto: no rezagarse ante los avances tecnológicos

El reto: no rezagarse ante los avances tecnológicos

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sileLa presidenta de Conaculta inauguró ayer el Segundo Simposio Internacional del Libro Electrónico (SILE).

SIMPOSIO. El colombiano Héctor Abad Faciolince dictó una conferencia magistral . (Foto: REBECA ARGUMEDO EL UNIVERSAL )

Miércoles 12 de septiembre de 2012Alida Piñón | El Universal

ana.pinon@eluniversal.com.mx

La discusión sobre la conveniencia de leer en papel o en pantalla está superada, ahora, el reto de nuestro tiempo es reflexionar sobre la necesidad de no quedar rezagados frente a los avances tecnológicos.

Así lo consideró la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, al inaugurar ayer el Segundo Simposio Internacional del Libro Electrónico (SILE), el cual, dijo, busca respuestas a los nuevos retos de la lectura, la creación, la edición y la venta de publicaciones en español en el mundo digital.

Con el tema “El Libro Electrónico en Español”, el segundo SILE, organizado por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, se lleva a cabo hasta el 14 de septiembre, en el Museo Nacional de Antropología, con la participación de 40 especialistas de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Perú, Venezuela y México.

“Atrás quedó la disputa sobre si leer en papel o pantalla, la libertad personal permitirá a cada uno tomar la decisión que mejor considere, pues descalificar uno y elogiar otro ya no tiene sentido”, dijo Sáizar. Y añadió que “el reto de nuestro tiempo es no quedarse rezagado ante lo que están planteando otros países en materia de tecnología, por eso es importante dedicar una reflexión colectiva al tema”.

Asimismo, la funcionaria destacó que es necesario agilizar las tareas de digitalización para preservar la memoria. “Somos una generación con enormes privilegios, pero también con grandes responsabilidades, son muchos las cosas que tenemos que hacer para que las futuras generaciones no nos reprochen nuestra inmovilidad o la falta de capacidad para tomar decisiones”, dijo.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial mexicana, Victórico Albores, puso de manifiesto que aún existen numerosos “retos” a los que debe hacer frente un sector que ni siquiera dispone de una medición “que permita saber cuántas ediciones existen en el medio electrónico”.

Además resaltó que en el desarrollo del libro digital hay limitaciones que aún deben resolverse, como el alto precio de los dispositivos o la desconfianza de los usuarios hacia las compras por Internet, por lo que instó a todos los implicados a sumar esfuerzos para darle al nuevo formato “su lugar dentro de la industria de América Latina”.

De los pergaminos a Wikileaks

Luego del acto inaugural, el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince dictó la conferencia magistral “Un mundo raro: De los pergaminos a Wikileaks”, en la que sostuvo que Internet ha propiciado un fenómeno en el que cualquiera que tenga acceso puede publicarse a sí mismo.

“Si antes todo mundo tenía derecho a hablar, ahora todo mundo tiene derecho a escribir y a publicar sus fotos y su voz. La escritura se convierte, así, en una especie de narrativa perpetua de la propia vida. ¿No es mucho más interesante, pensarán muchos, leer y escribir sobre mí que sobre todo lo demás?”, preguntó.

El autor de Tratado de culinaria para mujeres tristes y Traiciones de la memoria sostuvo que el cerebro humano está conectado a una especie de “megacerebro mundial”, a “un libro gigantesco de fórmulas, textos, imágenes, matemáticas” y poco a poco en Internet estará todo lo que hacemos “como un mapa total del mundo, como en la más inverosímil fantasía de Borges”.

Por ello, añadió, debemos ir pensando en renunciar a la idea de intimidad. “Las cámaras digitales, los teléfonos inteligentes, los circuitos cerrados de televisión, los satélites espía, los datos almacenados por las empresas, por los gobiernos, todos juntos enviando información a la red, hacen casi imposible que algo de nuestras vida quede oculto, todos nos controlaremos unos a otros como un gran hermano universal”.

Así, el libro electrónico, especialmente el escrito en español, comparado con el fenómeno que suscita el Intenet, está “en pañales”.

“A mí no me parece que sea un invento tan importante ni tan novedoso, es tan sólo un simulacro digital del mundo antiguo, el de los libros viejos, con algunas ventajas de las que se habla a diario, y también con desventajas porque en todo cambio se gana y se pierde. El libro electrónico, como es hoy, es para mí una ofensa al libro del papel, una ofensa a ese no libro que es la máquina lectora del mundo total”, sentenció.

 

Fuente: El universal

 

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