Para no dejar a nadie atrás, hay que contar con todas las personas
El Día Mundial de la Población se celebra año con año el 11 de julio por iniciativa del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su objetivo: crear conciencia y sensibilizar sobre las problemáticas de diversa índole que actualmente afectan a la población del mundo, especialmente en asuntos relacionados con el crecimiento y desarrollo de los pueblos.
El año 2023 podría haber sido un año de gran optimismo para la humanidad al haber marcado el fin oficial de la pandemia ocasionada por el COVID-19, la crisis sanitaria que afectó simultáneamente al mayor número de personas en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el 2023 marcó un periodo en el que muy pocas cosas se percibieron como seguras o sencillas para la población mundial.
Por el contrario, los conflictos proliferaron desde Sudán hasta Ucrania, pasando por Gaza, escalando los conflictos en el mundo a su mayor expresión en 80 años. Por otro lado, los increíbles avances tecnológicos comenzaron a revelar sus riesgos y vulnerabilidades. Los propios creadores de la IA han advertido de los peligros emergentes que implica para la civilización humana.
El llamado “padrino” de la IA, Geoffrey Hinton, ha señalado el imperativo de regular y poner freno a la presión y competencia entre compañías que podrían ser sumamente irresponsables al capitalizar esta tecnología. Además, en 2023 la nube informática generó una huella de carbono superior a la de la industria aeronáutica.
Importantes avances en materia de desarrollo se vieron ensombrecidos por desigualdades generalizadas. Por ejemplo, salvo algunas excepciones, se redujo la brecha de género en la educación a escala global y, sin embargo, solo en 14 países del mundo las mujeres tienen los mismos derechos legales que los hombres. A todo ello habría que agregar la crisis ocasionada por el cambio climático que ha hecho del 2023 el año más caluroso del que se tengan registros.
De acuerdo con cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), casi 700 millones de personas viven en la pobreza extrema hoy en día, sobre todo en los países afectados por conflictos y en las zonas rurales. Un tercio de los adultos, o sea 1.700 millones aún no cuentan con una cuenta bancaria y 675 millones de personas siguen sin acceso a la electricidad. La crisis climática, de seguir su curso, podría sumir en la pobreza a unos 135 millones de personas de aquí a 2030¹.
En un contexto tan complejo e incierto, la cooperación internacional tal vez se encuentra debilitada, más no derrotada. Muestra de ello es el desarrollo de una nueva vacuna contra la malaria, también conocida como paludismo, altamente eficaz. Se trata de la nueva vacuna R21/Matrix-M para prevenir el paludismo en niños, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El paludismo afecta enormemente la región de África subsahariana, donde acaba con la vida de casi medio millón de niños cada año.²
La vacuna fue desarrollada por el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford en asociación con la empresa farmacéutica Novavax. La investigación y los ensayos clínicos se llevaron a cabo en varios países, incluyendo Burkina Fasso, Mali y Tanzania. Esta cooperación internacional ha sido fundamental para abordar desafíos de salud pública a escala global.
Los investigadores responsables del hallazgo sostienen que el costo de la vacuna será accesible, lo que representa una promesa de alivio para mitigar el dolor y las cifras mortales que causa la malaria. Aunque anteriormente se habían desarrollado vacunas contra la malaria, no se había logrado una solución que ofreciera una eficacia plena y definitiva. La R21/Matrix-M podría ser, al fin, la primera.
Otro hecho relevante para la población mundial tiene que ver con la mayor batalla de la humanidad en nuestros días: mantener el aumento de la temperatura por debajo del límite de 1.5°C establecido en el Acuerdo de París. En 2023 la inversión en energías renovables superó por primera vez la de los combustibles fósiles.
De acuerdo con el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2023 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la inversión internacional en el sector de las energías renovables casi se ha triplicado desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París³.
Sin embargo, esta situación está cambiando. Las tasas de interés están subiendo y la inflación ha incrementado el precio de las materias primas necesarias para los componentes de las energías renovables. Además, la crisis energética y las preocupaciones por la seguridad energética en la Unión Europea debido a su dependencia de los combustibles fósiles rusos están provocando que en muchos países se desvíe la atención antes centrada en los objetivos de la transición energética.
Finalmente, como parte de esta breve reseña de eventos relevantes del 2023 para la población mundial, está el hecho de que el número de países que ha puesto el conocimiento científico, la infraestructura y los datos a disposición de todos en forma gratuita se ha duplicado desde 2021. En efecto, según el Informe de la UNESCO sobre la Ciencia 2021, varios países han contribuido significativamente al acceso abierto al conocimiento científico, la infraestructura y los datos.
Entre 2014 y 2018, el gasto mundial en investigación aumentó en un 19,2%, superando el ritmo de crecimiento de la economía mundial de 14,6 por ciento. Esto resultó en un aumento de la intensidad de la investigación, que pasó de 1,73% a 1,79% del PIB mundial⁴.
Por otra parte, en el mismo periodo (2014-2018) el personal de investigación aumentó a un ritmo tres veces más rápido (+13,7%) que el crecimiento de la población mundial (+4,6%). La producción editorial mundial en 2019 fue 21% más alta que en 2015. Las publicaciones sobre tecnologías estratégicas como la inteligencia artificial y la robótica aumentaron 33 por ciento. Las publicaciones sobre ciencias del medio ambiente experimentaron el crecimiento más rápido entre 2015 y 2019 (+45,7%), si bien partían de un nivel realmente bajo en 2015, solo el 3,6% de la producción editorial mundial.
Aunque diversos países han contribuido al acceso gratuito al conocimiento científico, las tendencias varían según la región y el campo de investigación. Además, la Declaración de Barcelona busca transformar radicalmente el sistema de la ciencia haciéndolo más abierto y transparente⁵.
¹ Informe Anual 2023 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)