Cenotes y aguadas de la península de Yucatán

 

  

Cenotes y aguadas de la península de Yucatán, un recurso hídrico amenazado por el cambio climático

 

El autor de este artículo es Jaime Rendón Von Osten del Instituto EPOMEX, Universidad Autónoma de Campeche. Lo puedes contactar por el correo: jarendon@uacam.mx

 

 

En México, el crecimiento poblacional y económico ha ejercido mayor presión sobre las reservas de agua, lo que ocasiona conflictos entre poblaciones por problemas de baja distribución. En este sentido, la escasez y mala calidad del agua parecen ser los principales retos a resolver.

En la península de Yucatán, el subsuelo es la fuente fundamental de abastecimiento disponible de agua. Los cuerpos de agua continentales de dicha península, como cenotes, aguadas y manantiales, cumplen importantes funciones sociales, económicas y ecológicas.

 

Desde el punto de vista socioeconómico, estos sistemas son de vital importancia como fuentes de abastecimiento de agua de la población urbana y rural, y principalmente para realizar actividades agropecuarias. Los cenotes, aguadas y manantiales de la península de Yucatán son ecosistemas que se caracterizan por ofrecer beneficios, tangibles e intangibles, a la sociedad por medio de procesos que se desarrollan en dichos ecosistemas.

Además, estos cuerpos generan importantes recursos al ser utilizados como sitios de esparcimiento y turismo. Aunado a lo anterior, son el hábitat y fuente de agua de importantes especies de fauna, cumpliendo un importantísimo papel en el sustento de la biodiversidad. Debido a lo anterior, de manera reciente, la Reserva de la Biosfera de Calakmul fue nombrada Patrimonio Mixto de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), lo cual sin duda se debe a las aguadas que mantienen su gran riqueza faunística.

 

En toda la Península de Yucatán existen registros de innumerables asentamientos humanos prehispánicos, debido a que los mayas supieron que el control práctico y simbólico de los cenotes, cuevas y aguadas significaba dominio político y social, así como poder sobre vida y muerte.

Los cuerpos de agua de la península resultan particularmente vulnerables a la contaminación antropogénica,  en especial por las zonas de cultivo adyacentes a los cuerpos de agua. Por ejemplo, se calcula que un 70% de los cenotes de Yucatán presenta bacterias provenientes del lavado de letrinas, actividades porcícolas o fosas sépticas. Sin embargo, el agua dulce de los cenotes es muy importante para sustento de la población humana asentada cerca de estos ecosistemas. Por las características químicas del agua presente en los cenotes, falta de luz, y sedimentos finos y mineralizados, estos ecosistemas preservaron vestigios arqueológicos y paleontológicos.

 

Las aguas, expuestas a las condiciones medioambientales de la península de Yucatán, proporcionan un ambiente peculiar para el desarrollo de formas de vida únicas. En los ecosistemas de cenotes se han registrado especies de insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, que no viven de modo permanente en el cuerpo de agua, pero se vinculan por ser una fuente de agua y/o como hábitat en alguna etapa de su ciclo vital.

 

Las aguadas, por otra parte, son ecosistemas acuáticos de vital importancia para el sustento de la fauna que habita en toda la península de Yucatán. Las actividades humanas, como la agricultura, han tenido una fuerte presión sobre el recurso agua debido a que extraen grandes volúmenes dirigidos hacia los campos agrícolas.

 

The Nature Conservancy (TNC) indica que en los últimos años en la Península de Yucatán han sido deforestadas alrededor de 80 mil hectáreas anualmente, y que en 2013 más de 38 mil hectáreas de cobertura forestal en el estado de Campeche desaparecieron. En específico, entre 2000 y 2008, Hopelchén perdió poco más de 22 mil hectáreas de selva. En la región de Hopelchén se ha observado que lagunas como la de Cancabchén y la laguna Ik prácticamente se están secando. En la zona de la laguna Ik, declarada el 25 de abril de 2013 patrimonio Biocultural-Hídrico del Municipio de Hopelchén, han sido deforestadas más de 1 000 hectáreas de selva que la rodeaban, en particular para el uso agrícola.

 

Uno de los principales problemas es la falta de una red adecuada de vigilancia del agua subterránea. Conocer la riqueza cultural y ecológica de cenotes y aguadas de la península de Yucatán ayudará a hacer cumplir la protección de los recursos de agua subterránea y, en específico, la de los sistemas mencionados. Los resultados de este estudio es la de dar las bases a dos medidas políticas importantes: designación de zonas protegidas, y diseño y aplicación de un sistema de pago de servicios ambientales.

 

En la actualidad, una de las principales amenazas para las aguadas es la baja en las lluvias que se presentan en esta zona, lo cual ocasiona que muchas aguadas disminuyan su volumen y otras prácticamente tiendan a desaparecer. Existen datos que indican que en los últimos 40 años, la precipitación media en la zona de Calakmul ha disminuido cerca de un 25%.

Una de las hipótesis por las cuales la precipitación media en la zona de Calakmul cayó drásticamente es el cambio climático. El efecto que pudiera tener este descenso en la precipitación es preocupante. En un estudio del pecarí de labios blancos (Tayassu pecari) en Calakmul se registró que el patrón de movimiento del pecarí estuvo determinado más por la disponibilidad de agua que por la de alimento. También se ha observado que los tapires (T. bairdii y T. terrestris) en Centro y Sudamérica reducen sus rangos de acción durante la estación seca, manteniéndose cerca de las fuentes de agua.

 

Por otra parte, se ha observado que la frecuencia de los incendios se ha incrementado a la par que el aumento en la temperatura del planeta. En la península de Yucatán se tienen registros de que en algunos sitios la temperatura puede llegar a los 40 °C, lo cual es propicio para que en temporada de secas se origen incendios forestales.

 

La combustión de masa forestal emite a la atmósfera hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), los cuales pueden tener efectos en la salud. Cuando estos hidrocarburos entran al ambiente, por lo general se depositan en cuerpos de agua y quedan en los sedimentos. Lo anterior ha ocasionado que se hayan encontrado residuos de HAPs, como el benzo(a)pireno, en los sedimentos de algunas aguadas de Calakmul, lo cual indica que incluso siendo una reserva de biosfera no está exenta de contaminantes atmosféricos.

 

Es vital que los volúmenes de agua de las aguadas de la península de Yucatán sean suficientes para el sustento de la vida silvestre y de las poblaciones humanas. Si no se toman las medidas necesarias para la conservación de los recursos hídricos de la península, estaremos atentando contra nuestro futuro y escribiendo nuestro destino.

 

 

Para más información consulta:

 

Insituto de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México
Universidad Autónioma de Campeche

 

 

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