Más sobre huella hídrica

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Con la llamada “huella hídrica” se pretende conocer el consumo humano de agua dulce. La huella hídrica total se compone de la huella hídrica azul, verde y gris.

Huella hídrica azul: es el volumen de agua superficial y subterránea evaporado, incorporado al producto o devuelto a otra cuenca o al mar, como resultado de la producción de un bien o servicio. También incluye el agua extraída de una cuenca y descargada en otra o en el mar. Es la cantidad de agua extraída, superficial o subterránea, que no vuelve a la cuenca de la que fue retirada.

Huella hídrica verde: volumen de agua de lluvia evaporado o incorporado al producto durante el proceso de producción. Esto es de particular relevancia para los productos agrícolas y forestales (productos basados en cultivos o de madera), y se refiere a la evapotranspiración del agua de lluvia total (de los campos y de las plantaciones), así como al agua incorporada a la cosecha o a la madera.

Huella hídrica gris: indicador de la contaminación del agua dulce que puede estar asociada con la fabricación de un producto y con su cadena de suministro. Se define como el volumen de agua dulce que se requiere para asimilar la carga de contaminantes hasta llegar a concentraciones que cumplan con normas de calidad de agua. Se calcula como el volumen de agua necesaria para diluir los contaminantes hasta el punto en que la calidad del agua se mantenga por encima de las normas acordadas de calidad del agua. La huella hídrica gris ha generado mucha polémica debido a que no es un volumen que se emplee en realidad para diluir la carga contaminante y a que su cálculo se basa en el contaminante más crítico.

La distinción entre el agua verde y el agua azul fue introducida en 1995 (Falkenmark, 1995). La huella hídrica gris es un concepto aún más reciente, utilizado por primera vez en 2008 (Hoekstra y Chapagain, 2008).

Como un indicador de “uso del agua”, la huella hídrica se diferencia de la medida clásica de “extracción de agua” en tres aspectos:

• No incluye el uso del agua azul en la medida en que dicha agua se devuelva al lugar de donde vino.
• No se limita al uso del agua azul, sino que también incluye al agua verde y gris.
• No se limita al uso directo de agua, sino que también incluye el uso indirecto.

Para conocer el artículo completo Huella hídrica de América Latina: retos y oportunidades” de Rita Vázquez del Mercado Arribas y Mario Óscar Buenfil Rodríguez, publicado en la revista Aqua-LAC, vol. 4, núm. 1, marzo de 2012, pp. 41-48, puedes ingresar a http://www.unesco.org.uy/ci/fileadmin/phi/aqualac/Art5-Vazquez-41-48.pdf

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