Las sequías han sido clasificadas en tres tipos:
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Meteorológica: provocada por la falta de precipitaciones.
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Hidrológica: falta de agua en cauces y acuíferos.
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Agrícola: cuando no se pueden cumplir las condiciones para mantener la producción agrícola y ganadera.
El concepto de lo que constituye una sequía varía según los países. En Inglaterra, tres semanas sin lluvia se considera un problema, mientras que en muchas otros partes del mundo se reconocen como normales periodos secos más largos.
Las sequías son, sin duda, los desastres naturales de mayor alcance. Solamente entre 1991 y 2000, las sequías han sido responsables de más de 280 000 muertes y han supuesto un costo de decenas de millones de dólares en daños.
La desertificación, por supuesto, no empezó con las recientes sequías. Los registros arqueológicos indican que las zonas áridas de África se han ido secando de forma progresiva durante los últimos cinco mil años. Lo que es actual, es la coincidencia de las sequías con las presiones crecientes ejercidas en tierras áridas y semiáridas fragilizadas por el aumento de la población y las explotaciones ganaderas.
Una evaluación de la FAO y el PNUMA sobre la degradación de tierras en África indica que extensas zonas de países situados al norte del ecuador padecen graves problemas de desertificación. Por ejemplo, se dice que el desierto avanza a una velocidad de 5 km al año en las zonas semiáridas de África Oriental.
Según un estudio reciente, se calcula que los procesos de desertificación afectan al 46% de África; de esta superficie, el 55% corre un riesgo alto o muy alto. Las zonas más perjudicadas se ubican a lo largo de las áreas aledañas al desierto y afecta en total a cerca de 485 millones de personas.
La duración y magnitud de las sequías varían de forma considerable. Entre los casos de sequías graves y persistentes en grandes regiones geográficas se incluyen el Sahel, donde la sequía cubrió 7.3 millones de km² entre 1970 y 1988; Europa Continental, donde la sequía afectó a 9 millones de km² entre 1988 y 1992; la India, donde se vieron afectados 3 millones de km² entre 1965 y 1967.
La sequía que sufrió Zimbabue a principios de la década de los años noventa guarda relación con la disminución del 11% del Producto Interno Bruto (PIB) y la caída de un 60% de la bolsa de valores; las recientes inundaciones ocurridas en Mozambique llevaron a una reducción del PIB de un 23%, y la sequía del año 2000 en Brasil redujo a la mitad el crecimiento económico previsto. Incluso en los países desarrollados, una sequía extrema puede causar perturbaciones considerables en lo que a pérdidas medioambientales, económicas y sociales se refiere. La sequía que padeció Estados Unidos en 1988 puede haber provocado unas pérdidas agrícolas directas de un total de 13 000 millones de USD.
Información extraída del Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo "Agua para Todos, Agua para la Vida", GEO: Perspectiva Mundial del Medio Ambiente 3. Perspectivas del pasado, presente y futuro "Degradación de Tierras", Depósito de documentos de la FAO: "Land and environmental degradation and desertification in Africa" ("Degradación Medioambiental y del Suelo y Desertificación en África").
http://www.unesco.org/water/news/newsletter/98_es.shtml
