Conocer los fenómenos atmosféricos vinculados a las lluvias es conocer mejor nuestro territorio
- Presentamos en el espacio de Divulgación desde la Nube “Inicio de la temporada de lluvias ¿Cuándo, dónde y para quién?”
En el IMTA nos preparamos con anticipación a la temporada de lluvias con una plática en nuestro espacio de divulgación online Desde la Nube, con la compañía del experto en física atmosférica el Dr. José Antonio Salinas Prieto, quien nos explicó sobre los factores que ocasionan las lluvias y cómo la diversidad de nuestro país nos ofrece una realidad donde llueve de diferente manera, según el territorio.
José Salinas es oceanólogo por la Facultad de Ciencias Marinas, especializado en Meteorología Tropical y Oceanografía Costera; maestro en Ciencias Computacionales, cuenta con un doctorado en Física de la Atmósfera. Sus investigaciones meteorológicas están enfocadas en establecer procedimientos numéricos de pronóstico del tiempo y diagnóstico de eventos mesoescala como las ondas del este, frentes fríos, nortes, entre otros estudios sobre cambio climático.
¿Qué fenómenos generan las lluvias y cómo se dan en nuestro territorio?
El científico nos comentó que, en general, las lluvias son causadas por las ondas del este, los frentes fríos, el monzón, los vientos convectivos, las bandas de humedad y las fábricas de lluvia, entre otros; es decir, la lluvia la genera la dinámica atmosférica, se condensa la humedad y bajo ciertas condiciones precipita. En particular, el monzón de norte América, que afecta nuestro país, genera lluvias extremas en pocos meses, el 70% de la lluvia, aproximadamente. Pero las condiciones contrastantes que modulan la lluvia son las montañas abruptas, la temperatura del mar, el Trópico del Sur, y el extra Trópico del norte, así como los vientos alisios que viene de África, que son muy persistentes y que giran en sentido opuesto a las manecillas del reloj.
Hay fenómenos que ponen en evidencia que las condiciones locales impactan las globales; como la corriente del Golfo de México que es muy cálida y llega hasta Reino Unido. También existen ondas muy ligeras que van tomando la energía del entorno y se vuelven muy poderosas. Ni lo pequeño ni lo grande es insignificante.
En invierno llueve por frentes fríos en México, masas de aire frío que vienen desde Canadá, del hemisferio norte, y hacen llover en enero, febrero y marzo en las zonas montañosas altas, donde en ocasiones incluso hay nevadas, como en Chihuahua.
Hablando de las nubes nos comenta: “esas nubes enormes que se ven arriba cuando vamos en un avión son torres cúmulos, y generan mucha precipitación, en cambio las nubes cirros, son laminares, y traen menos precipitación”. Hay diversas temporadas de lluvia, depende de la región: “Hay muchos Méxicos, hay muchos climas”.
México tiene dos zonas ciclogénicas, de las siete que hay en el mundo, un huracán puede afectar en dos zonas, por ejemplo, primero en Yucatán y luego en Veracruz, o afectar en Baja California Sur y después en Sonora y Sinaloa. En la Paz, Baja California, los huracanes son los responsables de la recarga de los mantos acuíferos, por tanto, estos fenómenos que a veces son visto negativamente, en esa área, son fundamentales para el abastecimiento del agua. En cambio, en el centro del país, nos afectan poco los huracanes, estamos protegidos por las montañas. Los huracanes no son malos como se perciben socialmente.
La lluvia es diferente según el lugar donde estés. Para hacer un buen pronóstico hay que ver con respecto a qué referentes se han dado cambios, es indispensable hacer un buen diagnóstico.
¿Cómo nos ayudan las estadísticas?
Si bien las estadísticas nos permiten observar el promedio de lluvia en el país, ciertamente ese promedio no refleja la realidad de las diferentes zonas, es necesario regionalizar la información. Por ejemplo, llueve mucho más frecuente y abundantemente en el sureste, lo que no sucede en el noroeste, donde la temporada de lluvias es mucho más reducida.
En México tenemos siete centros meteorológicos regionales, en cada centro se realizan pronósticos regionales con sus propios datos: “El pronóstico es una combinación de las herramientas, modelos numéricos, y experiencia del pronosticador, es bueno que los pronósticos sean regionalizados, porque provienen de las condiciones locales”, aseguró el especialista.
Las personas quieren recibir datos más exactos, aun así, los modelos numéricos del pronóstico del tiempo han avanzado muchísimo, y cada vez son más consultados. Todavía se trabaja para lograr mayor precisión, sin embargo, la variabilidad es grande. Es necesario observar los fenómenos que generan la lluvia, cuadrar condiciones atmosféricas. En general hay una temporada de lluvias establecida en cada región, pero la precipitación nunca empieza el mismo día cada año: lo que llamamos variabilidad interanual.
¿Cómo afecta el cambio climático a las precipitaciones?
Ante la pregunta inevitable, nos comenta Antonio, observar el efecto del cambio climático requiere la observación de periodos largos, ciclos de treinta años, aproximadamente. Es decir, es indispensable realizar estadísticas a largo plazo, conocer cómo fueron los cambios previos. Se comparan según fechas históricas con las proyecciones a futuro; sin embargo, los instrumentos usados en la medición en diferentes épocas van cambiando y muchas veces son incompatibles. Para cálculos del pasado se utilizan métodos indirectos, pero no podemos realizar mediciones de lo que ya sucedió.
El especialista concluyó la charla haciendo énfasis en que se necesitan más estudios en ciencias atmosféricas y en los impactos en hidrología y escurrimientos. “Para que el pronóstico de lluvias sea más útil, también debemos hacer un pronóstico de escurrimientos, y así prever inundaciones”. La comunidad científica tiene la responsabilidad de generar mejores pronósticos cada vez, la ciencia debe estar al servicio de la humanidad.