Día Mundial del Medio Ambiente 2025

Celebrado año con año el 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente ha crecido hasta convertirse en la mayor plataforma mundial para la sensibilización ambiental al convocar a millones de personas de todo el mundo a participar en la protección del planeta.

Este año se une a la campaña #SinContaminaciónPorPlásticos, lanzando un urgente llamado a la acción para poner fin a la contaminación ocasionada por los residuos plásticos.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mundo generó aproximadamente 400 millones de toneladas de residuos plásticos el año pasado. Esta avalancha de productos plásticos forma parte de la crisis de contaminación por plásticos que, según los expertos, está exponiendo a las personas a contaminantes potencialmente dañinos, agravando el cambio climático y afectando los ecosistemas.¹

En relación con los ecosistemas acuáticos, se estima que 11 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Esto equivale al peso de alrededor de 1,089 Torres Eiffel juntas. De no variar esta tendencia, en 2050 habrá una cantidad mayor de plásticos que de peces en el mar. ²

Es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan la evidencia y los avances científicos, así como las soluciones existentes. El IMTA ha participado activamente en diversas iniciativas para enfrentar la contaminación por plásticos en los mares y las playas de México, como es el caso del Programa Playas Limpias.

Programa Playas Limpias

México ocupa el lugar número 6 como destino turístico a escala global. Los destinos más atractivos para el turismo nacional y extranjero son, sin duda, los de sol y playa. En el país existen 17 estados costeros y 1,200 municipios con frente de playa, que suman 267 playas y 63 destinos turísticos en donde se desarrollan actividades recreativas con una alta afluencia de visitantes.

En abril de 2003 se inició el Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas mediante el esfuerzo conjunto de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Marina, Salud y Turismo. A lo largo de ese año se logró sistematizar y homogeneizar el monitoreo del agua de mar, de acuerdo con los criterios descritos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las aguas de mar de contacto recreativo.

De acuerdo con la Dra. Ma. del Pilar Saldaña, subdirectora de Proyectos Estratégicos del IMTA, el instituto realizó el estudio de clasificación de la bahía de Acapulco. Este estudio se enfocó en evaluar y clasificar la calidad ambiental del área frente a la influencia de contaminantes provenientes tanto de fuentes puntuales como difusas. Concretamente, se analizó el aporte de nutrientes —principalmente nitrógeno y fósforo— y la presencia de organismos patógenos, reconociendo que estos contaminantes tienen un papel crítico en la degradación de los ecosistemas costeros ³.

En esencia, el estudio clasificó el área en función del grado de impacto ambiental, ofreciendo una herramienta fundamental para orientar estrategias de manejo, mitigación y conservación en una región de alta importancia ambiental, turística y socioeconómica ⁴.

Posteriormente, “con la aplicación de la norma NMX-AA-120-SCFI-2016, la Semarnat implantó el distintivo ‘Playa Limpia Sustentable’, un instrumento de carácter voluntario que establece los requisitos y las especificaciones de calidad ambiental, sanitaria, de seguridad y de servicios para la sustentabilidad de las playas”, señaló la Dra. Saldaña.

La Norma Mexicana NMX-AA-120-SCFI-2016 establece, entre otros requisitos, el manejo y la evaluación de residuos sólidos en las playas que aspiran a obtener el sello “playa limpia sustentable”. La norma define una metodología para evaluar los residuos sólidos marinos o costeros que incluye recomendaciones y protocolos para la realización de inspecciones periódicas, del muestreo y de la cuantificación de los residuos sólidos presentes en la playa.

Se consideran aspectos como la frecuencia de acumulación, el tipo de desechos (por ejemplo, plásticos, metales, vidrios, entre otros) y la presencia de puntos críticos o fuentes de contaminación. La idea es establecer indicadores que permitan determinar si la acumulación de residuos supera los umbrales aceptables, lo cual influye directamente en la calificación ambiental de la playa y en su certificación como sustentable.

Por otra parte, a través de la Secretaría de Turismo, en coordinación con la Comisión Nacional del Agua, se otorga el distintivo Blue Flag, un programa internacional de certificación de playas. Blue Flag forma parte de los programas desarrollados por la Fundación para la Educación Ambiental (Foundation for Environmental Education [FEE]), con el respaldo y validación de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (Unesco), el Programa del Medio ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Microplásticos

El plástico suele descomponerse en fragmentos diminutos, conocidos como microplásticos y nanoplásticos, que pueden acumularse en el cuerpo humano. Los microplásticos son partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm que pueden estar presentes en los alimentos, el agua e incluso el aire. Se estima que las personas ingerimos más de 50,000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. Se han encontrado microplásticos en hígados, testículos e incluso en la leche materna ⁵.

La Coordinación de Calidad y Ecología del Agua del IMTA desarrolla líneas de investigación en torno al monitoreo y la identificación de plásticos y microplásticos. Al decir de la Dra. Rocío López Vargas, “en el IMTA se tienen diferentes pruebas de toxicología mediante las cuales tratamos de identificar los contaminantes emergentes. El plástico y los aditivos son propiamente contaminantes emergentes, y se ha buscado la forma de tener un monitoreo para que podamos identificarlos y saber en qué concentraciones los estamos encontrando en nuestros ecosistemas”.

El tipo de daño que ahora se sabe que nos están causando es, por ejemplo, afectación a las hormonas. De ahí que estemos observando niñas que presentan una menarquia mucho más temprana. Cuando antes esta se manifestaba a los 12 años, aproximadamente, ahora está apareciendo a los 7 años. Eso no es normal. También puede estar provocando otros padecimientos, como cáncer, insuficiencia renal y problemas del corazón.”

Por su parte, la Dra. Noemí Acevedo Quiroz señala que “existen técnicas que nos ayudarían para poder ir haciendo a un lado el uso de este producto, como implementar técnicas de biorremediación. Sabemos que en la actualidad hay varios estudios que indican la existencia de plantas y hongos que nos pueden ayudar a asimilar ciertas bacterias. Igualmente importante es el desarrollo de tecnologías que nos ayuden a poder tratar o absorber este tipo de plásticos, sobre todo en los océanos, que son el destino que tienen todas las aguas residuales que generamos diariamente.”

Este Día Mundial del Medio Ambiente nos invita a transformar nuestra relación con el plástico: a rechazarlo, reducirlo, reutilizarlo, reciclarlo y, sobre todo, a repensar nuestra relación con este material para construir un futuro más limpio y sustentable.

Referencias

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