El 18 de octubre se celebra en todo el mundo el Día Mundial de Protección de la Naturaleza con el objetivo de subrayar la importancia del cuidado de la naturaleza y la biodiversidad, así como buscar alternativas que permitan el desarrollo de la humanidad en equilibrio con el planeta. Si bien no es una fecha oficial proclamada por la ONU, se trata del antecedente directo del Día Mundial del Medio Ambiente y una oportunidad de abrir la conversación acerca del cuidado del agua, los ecosistemas y la biodiversidad.
De acuerdo con el Informe Planeta Vivo 2024. Un sistema en peligro del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), durante el periodo 1970-2020 nuestro planeta experimentó un alarmante descenso del 73% en las poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios. Se trata de lo que algunos han denominado la “sexta extinción masiva de especies en la Tierra”.
El informe advierte que el mayor declive de poblaciones a nivel mundial se registra en los ecosistemas de agua dulce (85%), seguidos de los terrestres (69%) y los marinos (56%)¹ . La degradación y pérdida de hábitats, causadas principalmente por nuestro sistema alimentario, son las amenazas que más se reportan para las poblaciones de vida silvestre en todo el mundo, seguidas de la sobreexplotación, las especies invasoras y las enfermedades.
El informe señala que, con una disminución del 95% en las poblaciones monitoreadas, Latinoamérica y el Caribe son las regiones con el mayor declive. Por otra parte, el cambio climático es una amenaza adicional particularmente para las poblaciones de fauna silvestre en la región. El declive de las poblaciones de animales silvestres es un indicador de alerta temprana sobre el aumento del riesgo de extinción y la posible pérdida de ecosistemas sanos. Cuando los ecosistemas resultan dañados, pueden volverse más vulnerables a los puntos de inflexión, es decir, a ser empujados más allá de un umbral crítico que provoque un daño sustancial y potencialmente irreversible, de acuerdo con la WWF.
En 2016 líderes mundiales firmaron el Acuerdo de París para evitar el calentamiento global en más de 1.5 grados centígrados. Al decir de Francisco Estrada, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, “en México la temperatura ha aumentado 1.7 grados y el país está expuesto a un cambio mucho más rápido que el promedio del planeta .”
Siete umbrales críticos: señales de alerta para la vida en el planeta
El Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés) propuso en 2009 nueve parámetros -a los que denominó “umbrales”- para definir las condiciones idóneas que permiten la vida en la Tierra, en las que la humanidad puede desarrollarse y prosperar a futuro, así como la forma como éstas habían llegado a un proceso de desestabilización con la llegada de la civilización al llamado Antropoceno, caracterizado por el impacto global de la actividad humana en todos los ecosistemas terrestres.
Estos umbrales no deberían rebasarse, pero siete de ellos ya han sido sobrepasados. Estos umbrales o límites son: 1) el agotamiento del ozono estratosférico, 2) la pérdida de integridad de la biósfera, 3) la contaminación química, 4) el cambio climático, 5) la acidificación del océano, 6) el consumo de agua dulce y el ciclo hidrológico mundial, 7) el cambio en el uso del suelo, 8) los flujos de nitrógeno y fósforo hacia la biósfera y 9) la carga de aerosol atmosférico³.
En 2009, sólo tres de esas fronteras se habían traspasado –las relacionadas con el calentamiento global, la integridad de la biósfera y el ciclo del nitrógeno–, y una se encontraba al límite: la carga de aerosol atmosférico, vinculada con la capa de ozono. Hoy, siete de los nueve umbrales han sido cruzados y ponen en riesgo la vida en la biósfera.
Únicamente dos están en rangos aceptables: la capa de ozono, que por algún tiempo estuvo fuera de los límites; y el cambio en el uso del suelo, que no ha llegado a su borde, pero se encuentra muy cerca de rebasarlo.
Tanto el informe de la WWF como la investigación de la SRC advierten que la Tierra se acerca a peligrosos puntos de inflexión que representan graves amenazas para la humanidad y llaman a realizar un enorme esfuerzo colectivo para enfrentar las graves crisis que atraviesa el planeta.