Día Mundial de la Salud 2024

El 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, proclamado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de promover la salud como un derecho básico y universal al que todos deberíamos poder acceder en las diversas regiones del mundo, especialmente la población más vulnerable, así como fomentar el acceso a educación e información de calidad sobre cuestiones de salud. El tema del Día Mundial de la Salud 2024 es “Mi salud, mi derecho”.

La celebración de esta efeméride destaca la importancia del acceso a condiciones ambientales saludables como aire limpio y agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.

En efecto, no hay una sola función en nuestro cuerpo que pueda desarrollarse adecuadamente sin agua. El agua participa en el transporte de los nutrientes, en la digestión y en procesos bioquímicos diversos como el desecho de toxinas. Además, el agua regula nuestra temperatura corporal a través del sudor, lubrica las articulaciones e incluso tiene efectos en el adecuado funcionamiento de nuestro cerebro. Una persona deshidratada puede ver afectada su coordinación viso-motora, la atención y la memoria a corto plazo.

El agua potable segura, el saneamiento y la higiene son cruciales para la salud y el bienestar humanos, pero también contribuyen a la sostenibilidad de los medios de vida y la dignidad humana. Además, ayudan a crear comunidades resilientes en entornos saludables.

Según estimaciones de la OMS, cada año mueren 1,4 millones de personas en todo el mundo por falta de agua potable, saneamiento e higiene adecuados. La mayor parte de estas muertes se producen en países de bajo y mediano ingreso.¹

Las enfermedades relacionadas con agua, saneamiento e higiene deficientes se conocen como enfermedades de transmisión hídrica. Algunas de ellas son las enfermedades diarreicas como el cólera y la disentería, la fiebre tifoidea, las helmintiasis intestinales, así como la poliomielitis y la hepatitis A y E. En conjunto, se trata de enfermedades virales, bacterianas y parasitarias que pueden propagarse a través del agua contaminada.

Un saneamiento deficiente también puede contribuir a la malnutrición y el retraso del crecimiento en los niños, así como a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Este fenómeno ocurre cuando bacterias, virus, hongos y parásitos cambian con el tiempo y dejan de responder a los medicamentos, dificultando el tratamiento de las infecciones y aumentando el riesgo de propagación de enfermedades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos es una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.²

Por el contrario, el agua potable segura y suficiente, el saneamiento y la higiene juegan un papel clave en la prevención de numerosas enfermedades tropicales desatendidas, como el tracoma y las infecciones ocasionadas por parásitos. Muestra de ello es que, de acuerdo con la OMS, las muertes por diarrea como resultado de agua, saneamiento e higiene inadecuados se redujeron a la mitad durante el periodo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 1990-2015), desempeñando un papel clave el significativo progreso en la provisión de agua limpia y saneamiento.³

La evidencia sugiere que mejorar los servicios de agua potable o el saneamiento gestionado de manera segura con tratamiento de aguas residuales puede mejorar drásticamente la salud al reducir las muertes por enfermedades diarreicas.

Epidemiología basada en aguas residuales: sistema de alerta temprana para el brote de enfermedades infecciosas
La epidemiología basada en aguas residuales (EAR) es una línea de investigación que se basa en la vigilancia de biomarcadores, como los agentes patógenos que se encuentran presentes en las aguas residuales. Este enfoque analítico brinda información en tiempo real sobre la salud de la población al rastrear la presencia del material genético de los patógenos en las aguas residuales para entender mejor su propagación entre las comunidades.⁴

Este método se utiliza para detectar virus como el enterovirus, la hepatitis A y, más recientemente, el coronavirus SARS-coV-2. Debido a la propagación del coronavirus responsable de la pandemia de COVID-19, el monitoreo de la presencia y persistencia del virus ha sido el foco de la investigación para la detección temprana de la enfermedad, la vigilancia y el seguimiento de la pandemia en distintos países como España, Países Bajos, Italia, Australia, Brasil y México.

Esto a través de la cuantificación del material genético (ARN) del virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales de las plantas de tratamiento donde se concentran todos los vertidos de la población, considerando la excreción del virus en heces tanto de pacientes sintomáticos como asintomáticos.

Como hemos visto, el agua potable segura, el saneamiento y la higiene son cruciales para la salud y el bienestar humanos, ayudando a crear comunidades resilientes en entornos saludables. Por otra parte, la vigilancia de las aguas residuales ayuda a las autoridades sanitarias a orientar sus intervenciones y prepararse para brotes futuros. La EAR proporciona información sobre la salud de la población, actuando como un sistema de alerta temprana frente a la aparición de nuevas enfermedades gracias al monitoreo exhaustivo de los brotes de virus en tiempo real.

Referencias

¹ https://www.who.int

² https://www.who.int

³ https://www.who.int/

⁴ https://news.un.org/

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