Celebrando las contribuciones y oportunidades de la diáspora migrante
El próximo 18 de diciembre se conmemora, de acuerdo con la Asamblea General de la ONU, el Día Internacional de los Migrantes. Con esta efeméride se busca visibilizar los retos, las dificultades y adversidades que deben afrontar los migrantes alrededor del mundo, así como hacer un llamado a todas las naciones para contribuir a que la migración sea un proceso seguro, digno y respetuoso de los derechos humanos de quienes por una u otra razón se ven obligados a migrar de su lugar de origen.
De acuerdo con cifras del Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial.
Con todo, la inmensa mayoría de las personas sigue viviendo en su país de origen, solo una de cada 30 es migrante. Actualmente hay un mayor número de hombres que de mujeres migrantes en el mundo, y la brecha de género ha aumentado progresivamente en las últimas dos décadas. En 2020 la diferencia era de 51,9% a 48,1% (146 millones de hombres y 135 de mujeres respectivamente).
De acuerdo con el Migration Data Portal, hasta el primer semestre de 2020 México aportaba a la diáspora migrante en el mundo 11,2 millones de personas, principalmente a los E.E.U.U ¹. Según el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, aproximadamente 802,807 personas emigraron de México hacia otros países entre 2015 y 2020. Las entidades con mayor número de migrantes internacionales durante ese periodo fueron Guanajuato, Jalisco y Michoacán².
Muchas personas migran dentro del país, cambiando su lugar de residencia de un municipio a otro o de una entidad a otra. Los estados que recibieron más migrantes internos fueron Quintana Roo, Baja California Sur y Querétaro por motivos familiares, laborales y educativos³.
Las tres principales causas por las que migran los mexicanos son: para reunirse con la familia (36.5%), buscar trabajo (16.4%) y cambiar u aceptar una oferta de trabajo (12.4%). Mientras que las personas que se ven forzadas a migrar debido a desastres naturales representan el 0.4 por ciento de la población que emigra⁴.
Migración ambiental y climática
La creciente ocurrencia y gravedad de sequías, tormentas tropicales, huracanes y fuertes lluvias que provocan deslizamientos de tierra e inundaciones han amplificado los movimientos internos en todo el mundo. Según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC por sus siglas en inglés), los países de América Latina y el Caribe registraron 2,1 millones de nuevos desplazamientos internos por desastres en 2023.
De acuerdo con cifras del Diagnóstico Nacional sobre la Situación del Desplazamiento Forzado Interno en México, en 2020 cerca de 40 eventos dieron lugar a 100,888 desplazamientos en México. Casi en su totalidad, se debieron a eventos hidrometeorológicos (99.3%), como tormentas e inundaciones, y desastres de origen geofísico (0.7%) ⁵. Por ejemplo, el huracán “Odile” en 2014 desplazó a más de 100,000 personas en Baja California Sur.
Con menor frecuencia los desastres fueron por causas geofísicas, como terremotos y erupciones volcánicas. Aunque estos eventos tienen una ocurrencia esporádica, su efecto puede ser devastador como sucedió con el terremoto del 19 de septiembre de 2017, que causó más de 190 mil desplazamientos en nuestro país (IDMC, 2019).
La falta de agua es otro factor crítico que impulsa la migración. En regiones como el norte de México, la falta de agua ha afectado gravemente a las comunidades agrícolas, obligándolas a buscar nuevas oportunidades en otras áreas. La situación es especialmente grave en estados como Sonora y Chihuahua, donde la sequía ha devastado cultivos y reducido la disponibilidad de agua potable.
Estos desplazamientos no solo afectan a las personas que se ven obligadas a migrar, también a las comunidades receptoras que a menudo no están preparadas para recibir tantos migrantes. La situación es compleja y requiere una respuesta coordinada de gobiernos, organizaciones internacionales y sociedad civil para abordar las causas subyacentes y brindar apoyo a los afectados.
Cambio climático
En el caso de México prevalecen condiciones de alta vulnerabilidad ante el cambio climático por ser impactado por diferentes fenómenos hidrometeorológicos dadas sus características geográficas, como latitud, relieve y localización entre dos océanos. Una situación amplificada por la desigualdad estructural, la dependencia de su economía de los recursos naturales y la alta densidad de población en áreas expuestas.
La reducción de la disponibilidad de agua, la degradación de la tierra y los riesgos climáticos repentinos o graduales, entre otros, interactúan con otros factores (económicos, políticos y sociales), influenciando los patrones de movilidad humana. Por ejemplo, en la vulnerabilidad relativa de los deltas costeros, las estimaciones indican que la población potencialmente desplazada por el aumento en el nivel del mar hacia 2050 serían de cinco mil a 50 mil en el delta del río Grijalva (IPCC, 2077).
El aumento de las presiones provocadas por el ser humano exacerba el impacto del cambio climático en las costas y es probable que el aumento del nivel del mar cause una migración de la población de las costas hacia tierra adentro.
Dada la complejidad de las motivaciones que llevan a migrar, es difícil caracterizar de forma exclusiva al migrante climático. La interacción de la movilidad con el cambio climático es multifactorial y la causalidad directa es difícil de establecer.
Sin embargo, los modelos climáticos muestran que algunas regiones secas se volverán aún más áridas en las próximas décadas, aumentando la presión sobre los medios de vida. El aumento del nivel del mar y la erosión costera reducirán la habitabilidad y afectarán actividades como la pesca y el turismo. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por su acrónimo en inglés) plantea que la migración y los desplazamientos relacionados con el cambio climático tenderán a aumentar en las próximas décadas.
Las proyecciones actuales vinculadas al cambio climático ponen de relieve la necesidad de avanzar con estrategias de adaptación, gestión del riesgo, ordenamiento territorial, establecimiento de vías seguras, ordenadas y regulares para promover comunidades resilientes y evitar la movilidad forzada o en condiciones de vulnerabilidad.
¹ https://www.migrationdataportal.org
² https://cuentame.inegi.org.mx
³ Idem
⁴ Idem
⁵ Diagnóstico nacional sobre la situación del desplazamiento forzado interno en México. Consejo Nacional de Población, 2021.