“Seamos parte del plan”
A pesar de los avances tecnológicos de que disponemos hoy en día, así como de las múltiples experiencias inmersivas que el actual entorno tecnológico hace posible y la diversidad de mundos virtuales en los que podemos conectarnos, trabajar y socializar, lo cierto es que dependemos totalmente de ecosistemas naturales saludables para satisfacer todas nuestras necesidades vitales, tales como agua, alimento, ropa y energía.
El 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad, una oportunidad de celebrar el tejido de la vida sobre nuestro planeta: la biodiversidad. El tema de este año es “sé parte del plan”, un llamado a la acción a todos los grupos interesados en detener y revertir la pérdida de biodiversidad.
En diciembre de 2022 los representantes de 196 países acordaron la adopción del Marco Mundial Kumming-Montreal, también conocido como el Plan de Biodiversidad, para conseguir un mundo en armonía con la naturaleza. Su objetivo: detener y revertir la perdida de la naturaleza en un contexto de peligroso declive que amenaza la supervivencia de un millón de especies y afecta la vida de miles de millones de personas.¹
Con el tema de este año “Sé parte del plan” se busca instar a gobiernos, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, pueblos indígenas, legisladores, empresas y ciudadanos a colaborar activamente en la implementación del Plan de Biodiversidad, compartir sus contribuciones y comprometerse con la causa.
La diversidad biológica, o biodiversidad, hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra, fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la influencia del ser humano. Los científicos estiman que hay al menos 8 millones de especies de plantas y animales que viven en la Tierra hoy en día, incluidos los seres humanos.²
A menudo, ecosistemas distantes dependen entre sí de maneras inesperadas. Por ejemplo, los bosques tropicales de la Amazonia se fertilizan cada año con el fósforo que transportan toneladas de polvo impulsadas por el viento desde el desierto del Sahara, a miles de kilómetros de distancia.
En los últimos años el efecto de la actividad humana, potenciado por el crecimiento demográfico y el cambio climático mundial, ha reducido profundamente la biodiversidad en los ecosistemas de todo el mundo; ha alterado casi el 75% de la superficie terrestre y el 66% del medio ambiente marino, empujando a la flora y fauna silvestres a un rincón del planeta cada vez más pequeño.³
Más allá del cuaderno de campo
Adicionalmente a las técnicas de campo y métodos para seleccionar, contar, medir, capturar y observar individuos muestreados de la población animal con el propósito de recolectar datos para su estudio, los avances tecnológicos han aportado nuevas maneras de contribuir a la investigación y a la preservación de la biodiversidad. Estas tecnologías emergentes y disruptivas, tales como la Inteligencia Artificial, Big Data o el Internet de las Cosas, pueden ser herramientas de gran valor para contribuir a preservar la biodiversidad de la Tierra.
Algunas aplicaciones de estas tecnologías son:
- Drones e inteligencia Artificial. Con el empleo de drones se pueden tomar videos y fotografías que ayudan a monitorear a las especies en peligro de extinción. También funcionan como sistemas de alerta temprana para detectar la presencia humana en áreas protegidas.
- GPS. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el gobierno de Tanzania colocaron collares con sistemas de geolocalización a los elefantes para proteger a la población de los cazadores furtivos. Este proyecto permitió rastrear el movimiento de los animales en tiempo real a través del envío de datos vía satélite.
- Redes neuronales profundas. Estos algoritmos de Inteligencia Artificial son capaces de identificar, contar y describir automáticamente a los animales salvajes en las imágenes de las cámaras trampa con la misma precisión que los humanos.
- Escáneres de ADN portátiles. Se utilizan para inspeccionar productos orgánicos y ayudar a prevenir la caza furtiva y el comercio ilegal de especies protegidas.
- Software de reconocimiento facial. Se emplea para identificar a ciertas especies en su entorno natural, como los chimpancés, con el objetivo de prevenir su caza furtiva y comercio ilegal. Esta herramienta permite analizar horas de imágenes en cuestión de segundos.
- Aprendizaje automático. Se aplica a datos ambientales para informar sobre la vida animal y mitigar la pérdida de hábitats.
Estas tecnologías, junto con las técnicas de campo y los métodos tradicionales de estudio, brindan un amplio espectro de posibilidades para monitorear y proteger la diversidad biológica en nuestro planeta.
Es necesario emprender acciones en el corto, mediano y largo plazos con el empleo de la tecnología para proteger, gestionar de forma sustentable y restaurar los ecosistemas naturales o modificados, que aborden los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativa, brindando al mismo tiempo bienestar humano y beneficios a la biodiversidad.
Referencias
¹ UNEP
² UNEP
³ UN