El Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información tiene como objetivo sensibilizar sobre las posibilidades que el uso de Internet y otras tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden ofrecer a las sociedades y a la economía, así como visibilizar la necesidad de reducir la brecha digital entre países ricos y pobres, pero también entre hombres y mujeres. Se trata de abordar una problemática que no solo abarca aspectos técnicos y económicos, sino que también se relaciona con cuestiones de equidad y justicia social.
De acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas, el mundo avanza lentamente hacia el acceso universal a Internet: el 96% de la población mundial cuenta actualmente con una red de banda ancha móvil que permite acceder a Internet. Sin embargo, en las zonas rurales de los países de bajos ingresos, casi el 30% de la población no tiene la posibilidad de conectarse.
Es decir que, aunque técnicamente la mayor parte del planeta se encuentra en el alcance de una red móvil, las barreras económicas, la desigualdad en infraestructura y otros factores sociales y educativos hacen que casi un tercio de la humanidad no tenga la posibilidad de conectarse de forma efectiva a Internet. Esto es, 2.600 millones de personas, en su mayoría mujeres y niñas.¹
Anualmente el Consejo de la UIT, con motivo de la celebración del Día Mundial de las Telecomunicaciones, selecciona un tema para la reflexión y el análisis. En 2025 el lema es: “igualdad de género en la transformación digital”.
De acuerdo con cifras de la propia UIT correspondientes a 2024, el 70 por ciento de los hombres en todo el mundo usan Internet, en comparación con el 65 por ciento de las mujeres. Esto significa que hay 189 millones más de hombres que de mujeres que utilizan Internet. Esta diferencia ha disminuido desde 2021, cuando era de 277 millones. ²
En México, por primera vez en la historia, el porcentaje de mujeres que usan Internet es mayor al de los hombres. Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023, el 81.4% de las mujeres mayores de seis años se conectó a Internet al menos una vez, mientras que el porcentaje de hombres fue del 81%. ³
Este cambio es significativo, ya que en años anteriores los hombres eran los mayores usuarios de Internet. Sin embargo, aún existen grandes desafíos en la manera que las mujeres utilizan la red. Las limitadas competencias digitales y la escasa representación femenina en campos relacionados con la tecnología obstaculizan la participación de mujeres y niñas en la economía actual y en la configuración de las soluciones digitales del futuro, tales como la Inteligencia Artificial. Reducir esta brecha es imprescindible para abrir nuevas vías de crecimiento económico, innovación y desarrollo sostenible.
Sesgo de género en las tecnologías digitales
El sesgo de género está estrechamente relacionado con la composición de los equipos de trabajo. Cuando los grupos responsables del diseño, de la ingeniería y las pruebas de validación de los sistemas digitales están dominados por una visión homogénea—por lo general, con sobrerrepresentación masculina— otras necesidades y perspectivas quedan relegadas o ignoradas. Como resultado, muchas tecnologías terminan por reflejar y perpetuar estereotipos de género y desigualdades históricas.
Cada una de las etapas del desarrollo de las tecnologías digitales -desde su conceptualización; recolección y selección de datos; diseño y desarrollo de algoritmos e interfaces; hasta la fase de pruebas y validación- tiene el potencial de introducir sesgos si no se adoptan medidas deliberadas para promover la diversidad y la inclusión. Para contrarrestar este riesgo, cada fase debe incorporar revisiones críticas, auditorías de sesgo y equipos multidisciplinarios y diversos que aporten diferentes perspectivas.
El desafío del sesgo de género en las tecnologías no se limita a corregir un error de diseño. Es un reflejo de cómo las sociedades patriarcales dominantes y los estereotipos de género asociados a ella permean todas las áreas de la vida. Abordar este problema implica replantear las prioridades en la creación de soluciones digitales, para que la tecnología deje de ser un mero reflejo de desigualdades pasadas y se convierta en una herramienta capaz de impulsar una sociedad más equitativa y justa.
Día Mundial de las Telecomunicaciones: “igualdad de género en la transformación digital”.
Referencias