class="contentpane"> La gobernanza de los recursos hídricos: tecnocracia + sociocracia
Martes, 22 de Enero de 2013 16:34
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La Gobernanza de los Recursos Hídricos (GoRH) responde al conjunto de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos que se ocupan de desarrollar y gestionar los recursos hídricos, así como la prestación de los servicios de agua a diferentes niveles de la sociedad (ROGERS Y HALL, 2003; PAHL-WOSTL, 2010).

Un marco que incluiría, por lo tanto, políticas que permitan la gestión participativa del recurso agua, la capacidad de diálogo a lo largo del proceso político y la facultad de negociación entre las partes interesadas (CURRIE-ALDER ET AL., 2006; GREEN, 2007). Así, su definición se entiende como el ejercicio según el cual la autoridad económica, política y administrativa de los recursos hídricos se adapta a la dinámica de los bienes públicos y su gestión mediante la implicación de los actores sociales. Autores como Dore et al. (2012) entienden la GORH desde una doble vertiente: la social, como un proceso de diálogo, de negociación y de toma de decisiones, y la instrumental, como un medio para alcanzar unos objetivos predeterminados.

La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo (2002) ya incorporaba el concepto de “buena gobernanza” como un aspecto “esencial para el desarrollo sostenible”

La importancia relativa de la gobernanza en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos y la política de desarrollo territorial ha despertado un interés creciente desde los años noventa. Así, si bien en la Declaración de Río del año 1992 no se hizo ninguna mención explícita a la gobernanza como una condición necesaria para el avance hacia el desarrollo sostenible, diez años más tarde, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo (2002) ya incorporaba el concepto de “buena gobernanza” como un aspecto “esencial para el desarrollo sostenible” . Se consolidaba así la apuesta por la gobernanza como un sistema de gestión, abarcando “los aspectos ambientales, sociales y económicos, así como el papel de las instituciones democráticas como respuesta a las necesidades de la sociedad” (ALLAN Y WOUTERS, 2004). La Conferencia Internacional sobre el agua dulce, celebrada en Bonn en 2001, identificó tres áreas que requerían una acción prioritaria: una de ellas era la gobernanza.

Con la Cumbre de Río+20, celebrada en la ciudad brasileña en 2012, la importancia creciente concedida a la gobernanza ha derivado, en parte, hacia la constatación empírica y generalizada según la cual “la solución a las actuales y futuras crisis del agua no recaen en los avances tecnológicos novedosos o en la proporción de enfoques orientados a generar más recursos, si no en promocionar una mejor gestión de los recursos disponibles”. Según la GWP , la gobernanza efectiva de los recursos hídricos es esencial para resolver la crisis mundial del agua, ya que garantiza el acceso universal a la protección de los ecosistemas acuáticos en paralelo al desarrollo socioeconómico del territorio.

Según Rogers y Hall (2003), aunque no existe un modelo único de gobernanza eficaz de los recursos hídricos, sí que se establecen algunos principios básicos o atributos que se consideran esenciales para que se considere efectiva (MORIARTY ET AL., 2007):

Abierta y transparente: las instituciones vinculadas al sector del agua deben trabajar de forma abierta y transparente, utilizando un lenguaje comprensible para el público general;

inclusiva y comunicativa: se debe garantizar una participación notoria durante todo el ciclo de gestión del agua, donde las principales partes interesadas puedan mantener un diálogo tanto de carácter horizontal −al mismo nivel de gobierno− como vertical −entre los diferentes niveles de decisión;

coherente e integradora: la coherencia requiere un liderazgo político y un compromiso para considerar todos los posibles usuarios del agua así como las externalidades potenciales en la planificación y ejecución de proyectos y programas;

equitativa y ética: la equidad entre y dentro de las partes interesadas y grupos de usuarios debe ser monitorizada durante el desarrollo de las políticas y los procesos de implementación;

responsable: las reglas del juego deben ser claras, asumiendo la responsabilidad de sus acciones;

eficiente: los conceptos de eficacia política, social y ambiental relacionados con los recursos hídricos se deben equilibrar con una simple eficiencia económica y

sensible y sostenible: la demanda de agua, la evaluación de futuros impactos y la experiencia pasada deben ser la base para la política de aguas, donde la sostenibilidad de los recursos a largo plazo sea el principio rector de toda política.

Autores como Chambers (1997), Rhodes (1997) o Lee (2003) argumentan como, así como existe una apuesta clara para impulsar la gobernanza y la gestión de los recursos hídricos, es evidente que buena parte de los responsables políticos y gestores responsables del sector del agua no están preparados para hacer frente a las nuevas demandas de gobernanza, como los conflictos de mediación, la movilización de las comunidades, la formación de asociaciones, los procesos de diálogo entre los interesados o la participación implícita en diferentes partes del proceso de decisión. Tropp (2007) propone una respuesta a los nuevos retos de la GoRH a partir de la creación de conocimiento nuevo y la capacidad de adaptación a los cambios (Ver Tabla):

Respuesta a los nuevos retos de la gobernanza de los recursos hídricos

El reto que debe afrontar la gestión de los recursos hídricos pasa por la implementación de la gobernanza como mecanismo de acuerdo y comprensión mutua entre las partes interesadas

La información y la documentación del entorno natural se nutre, básicamente, de las ciencias naturales: la hidrología, la biología, la geología, etc. La información socioeconómica tiene un peso importante en la gestión de los recursos naturales

El reto que debe afrontar la gestión de los recursos hídricos pasa pues por la implementación de la gobernanza como mecanismo de acuerdo y comprensión mutua entre las partes interesadas. Un reto que conlleva implícito la renuncia al monopolio del poder.

En este sentido, tanto la gobernanza como la gestión integrada de los recursos hídricos son fruto de la caducidad de un modelo de gestión y de política basado en el conocimiento técnico como argumento prioritario, si no único, de la defensa de intereses sectoriales. Ante la complejidad y los condicionantes del entorno, la diversidad de puntos de vista sobre el que se lleva considerando interés general y bienes comunes así como el conflicto de intereses persistente y en aumento en el uso de los recursos hídricos, la complementación de la tecnocracia y la sociocracia es imprescindible. La primera debe aportar el conocimiento físico de las variables y la segunda debe adaptarlo según las prioridades de la sociedad.

Referencias

ALLAN, A. Y WOUTERS, P. (2004): What role for water law in the emerging “good governance” debate?, Journal of Water Law, vol. 15, nº 3-4, pp. 85-88.

CHAMBERS, R. (1994): The Origins and practice of participatory rural appraisal, World Development, vol. 22, nº 7, pp. 953-969.

CURRIE-ALDER, B. ET AL. (2006): Insights on water governance: research in the Middle East/North Africa and Latin America. IDRC-CRDI. Disponible aquí:http://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/bitstream/handle/10535/1560/Currie_alder...

DORE, J. ET AL. (2012): A framework for analysing transboundary water governance complexes, illustrated in the Mekong Region, Journal of Hydrology, nº 466-467, pp. 23-36.

GREEN, C. (2007): Mapping the field: The landscapes of Governance. EU-funded SWITCH Project.http://www.switchurbanwater.eu/outputs/pdfs/W6-1_GEN_RPT_D6.1.1b_Mapping...

LEE, M. (2003): Conceptualizing the new governance: a new institution of social coordination. Paper presented at the Institutional Analysis and Development, Mini-Conference, 3-5 May, Workshop in Political Theory and Policy Analysis, Indiana University, Bloomington, IN. Disponible aquí:http://www.indiana.edu/~workshop/seminars/papers/y673_spring_2003_lee.pdf

MORIARTY, P. ET AL. (2007): The EMPOWERS Approach to Water Governance: Background and Key Concepts. INWRDAM i EMPOWERS Partnership. Disponible aquí:http://www.project.empowers.info/page/2850

PAHL-WOSTL, C. (2010): Water governance in times of change, Environmental Science & Policy, nº 13, pp. 567-570.

RHODES, R. (1997): Understanding Governance: policy Networks, Governance, Reflexity and Accountability. Buckingham: Open University Press. 252 p.

ROGERS, P. Y HALL, A. W. (2003): Effective water governance, Background Paper nº 7, Global Water Partnership. Disponible aquí: http://www.gwpforum.org/gwp/library/TEC%207.pdf

TROPP, H. (2007): Water governance: trends and needs for new capacity development, Water Policy, nº 9, pp. 19-30.

UN (2007): Public Governance Indicators: A Literature Review. Department of Economic and Social Affairs. New York: United Nations. Disponible aquí:http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/un/unpan027075.pdf

Notas

Informe de la Cumbre, U.N Doc. A/Conf.199/20, 2002, Plan of Implementation, 8. Disponible en:http://www.johannesburgsummit.org/

En el año 2000 el Segundo Foro Mundial del Agua celebrado en La Haya será una de los primeros encuentros internacionales donde de abordará de forma explícita la gobernanza como una cuestión principal para hacer frente de forma eficaz a la escasez de recursos y servicios hídricos (TROPP, 2007).

Es útil la consulta a los documentos Bonn Recommendations for Action y Bonn Keys, disponibles en:http://www.water-2001.de/

La Global Water Partnership fue fundada en el año 1996 por parte del Banco Mundial, las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) i la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI) con el objetivo de fomentar la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH). La red está financiada por la Comisión Europea, el Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, el Reino Unido, los Estados Unidos y España.

 Un concepto, el de partes interesadas, que con el paso del tiempo se ha ido adaptando a nuevas definiciones para con ello poder radiografiar su evolución y caracterización y que trataremos en próximas aportaciones. 

Fuente: iAgua

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La Gobernanza de los Recursos Hídricos (GoRH) responde al conjunto de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos que se ocupan de desarrollar y gestionar los recursos hídricos, así como la prestación de los servicios de agua a diferentes niveles de la sociedad (ROGERS Y HALL, 2003; PAHL-WOSTL, 2010).

Un marco que incluiría, por lo tanto, políticas que permitan la gestión participativa del recurso agua, la capacidad de diálogo a lo largo del proceso político y la facultad de negociación entre las partes interesadas (CURRIE-ALDER ET AL., 2006; GREEN, 2007). Así, su definición se entiende como el ejercicio según el cual la autoridad económica, política y administrativa de los recursos hídricos se adapta a la dinámica de los bienes públicos y su gestión mediante la implicación de los actores sociales. Autores como Dore et al. (2012) entienden la GORH desde una doble vertiente: la social, como un proceso de diálogo, de negociación y de toma de decisiones, y la instrumental, como un medio para alcanzar unos objetivos predeterminados.

La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo (2002) ya incorporaba el concepto de “buena gobernanza” como un aspecto “esencial para el desarrollo sostenible”

La importancia relativa de la gobernanza en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos y la política de desarrollo territorial ha despertado un interés creciente desde los años noventa. Así, si bien en la Declaración de Río del año 1992 no se hizo ninguna mención explícita a la gobernanza como una condición necesaria para el avance hacia el desarrollo sostenible, diez años más tarde, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo (2002) ya incorporaba el concepto de “buena gobernanza” como un aspecto “esencial para el desarrollo sostenible” . Se consolidaba así la apuesta por la gobernanza como un sistema de gestión, abarcando “los aspectos ambientales, sociales y económicos, así como el papel de las instituciones democráticas como respuesta a las necesidades de la sociedad” (ALLAN Y WOUTERS, 2004). La Conferencia Internacional sobre el agua dulce, celebrada en Bonn en 2001, identificó tres áreas que requerían una acción prioritaria: una de ellas era la gobernanza.

Con la Cumbre de Río+20, celebrada en la ciudad brasileña en 2012, la importancia creciente concedida a la gobernanza ha derivado, en parte, hacia la constatación empírica y generalizada según la cual “la solución a las actuales y futuras crisis del agua no recaen en los avances tecnológicos novedosos o en la proporción de enfoques orientados a generar más recursos, si no en promocionar una mejor gestión de los recursos disponibles”. Según la GWP , la gobernanza efectiva de los recursos hídricos es esencial para resolver la crisis mundial del agua, ya que garantiza el acceso universal a la protección de los ecosistemas acuáticos en paralelo al desarrollo socioeconómico del territorio.

Según Rogers y Hall (2003), aunque no existe un modelo único de gobernanza eficaz de los recursos hídricos, sí que se establecen algunos principios básicos o atributos que se consideran esenciales para que se considere efectiva (MORIARTY ET AL., 2007):

Abierta y transparente: las instituciones vinculadas al sector del agua deben trabajar de forma abierta y transparente, utilizando un lenguaje comprensible para el público general;

inclusiva y comunicativa: se debe garantizar una participación notoria durante todo el ciclo de gestión del agua, donde las principales partes interesadas puedan mantener un diálogo tanto de carácter horizontal −al mismo nivel de gobierno− como vertical −entre los diferentes niveles de decisión;

coherente e integradora: la coherencia requiere un liderazgo político y un compromiso para considerar todos los posibles usuarios del agua así como las externalidades potenciales en la planificación y ejecución de proyectos y programas;

equitativa y ética: la equidad entre y dentro de las partes interesadas y grupos de usuarios debe ser monitorizada durante el desarrollo de las políticas y los procesos de implementación;

responsable: las reglas del juego deben ser claras, asumiendo la responsabilidad de sus acciones;

eficiente: los conceptos de eficacia política, social y ambiental relacionados con los recursos hídricos se deben equilibrar con una simple eficiencia económica y

sensible y sostenible: la demanda de agua, la evaluación de futuros impactos y la experiencia pasada deben ser la base para la política de aguas, donde la sostenibilidad de los recursos a largo plazo sea el principio rector de toda política.

Autores como Chambers (1997), Rhodes (1997) o Lee (2003) argumentan como, así como existe una apuesta clara para impulsar la gobernanza y la gestión de los recursos hídricos, es evidente que buena parte de los responsables políticos y gestores responsables del sector del agua no están preparados para hacer frente a las nuevas demandas de gobernanza, como los conflictos de mediación, la movilización de las comunidades, la formación de asociaciones, los procesos de diálogo entre los interesados o la participación implícita en diferentes partes del proceso de decisión. Tropp (2007) propone una respuesta a los nuevos retos de la GoRH a partir de la creación de conocimiento nuevo y la capacidad de adaptación a los cambios (Ver Tabla):

Respuesta a los nuevos retos de la gobernanza de los recursos hídricos

El reto que debe afrontar la gestión de los recursos hídricos pasa por la implementación de la gobernanza como mecanismo de acuerdo y comprensión mutua entre las partes interesadas

La información y la documentación del entorno natural se nutre, básicamente, de las ciencias naturales: la hidrología, la biología, la geología, etc. La información socioeconómica tiene un peso importante en la gestión de los recursos naturales

El reto que debe afrontar la gestión de los recursos hídricos pasa pues por la implementación de la gobernanza como mecanismo de acuerdo y comprensión mutua entre las partes interesadas. Un reto que conlleva implícito la renuncia al monopolio del poder.

En este sentido, tanto la gobernanza como la gestión integrada de los recursos hídricos son fruto de la caducidad de un modelo de gestión y de política basado en el conocimiento técnico como argumento prioritario, si no único, de la defensa de intereses sectoriales. Ante la complejidad y los condicionantes del entorno, la diversidad de puntos de vista sobre el que se lleva considerando interés general y bienes comunes así como el conflicto de intereses persistente y en aumento en el uso de los recursos hídricos, la complementación de la tecnocracia y la sociocracia es imprescindible. La primera debe aportar el conocimiento físico de las variables y la segunda debe adaptarlo según las prioridades de la sociedad.

Referencias

ALLAN, A. Y WOUTERS, P. (2004): What role for water law in the emerging “good governance” debate?, Journal of Water Law, vol. 15, nº 3-4, pp. 85-88.

CHAMBERS, R. (1994): The Origins and practice of participatory rural appraisal, World Development, vol. 22, nº 7, pp. 953-969.

CURRIE-ALDER, B. ET AL. (2006): Insights on water governance: research in the Middle East/North Africa and Latin America. IDRC-CRDI. Disponible aquí:http://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/bitstream/handle/10535/1560/Currie_alder...

DORE, J. ET AL. (2012): A framework for analysing transboundary water governance complexes, illustrated in the Mekong Region, Journal of Hydrology, nº 466-467, pp. 23-36.

GREEN, C. (2007): Mapping the field: The landscapes of Governance. EU-funded SWITCH Project.http://www.switchurbanwater.eu/outputs/pdfs/W6-1_GEN_RPT_D6.1.1b_Mapping...

LEE, M. (2003): Conceptualizing the new governance: a new institution of social coordination. Paper presented at the Institutional Analysis and Development, Mini-Conference, 3-5 May, Workshop in Political Theory and Policy Analysis, Indiana University, Bloomington, IN. Disponible aquí:http://www.indiana.edu/~workshop/seminars/papers/y673_spring_2003_lee.pdf

MORIARTY, P. ET AL. (2007): The EMPOWERS Approach to Water Governance: Background and Key Concepts. INWRDAM i EMPOWERS Partnership. Disponible aquí:http://www.project.empowers.info/page/2850

PAHL-WOSTL, C. (2010): Water governance in times of change, Environmental Science & Policy, nº 13, pp. 567-570.

RHODES, R. (1997): Understanding Governance: policy Networks, Governance, Reflexity and Accountability. Buckingham: Open University Press. 252 p.

ROGERS, P. Y HALL, A. W. (2003): Effective water governance, Background Paper nº 7, Global Water Partnership. Disponible aquí: http://www.gwpforum.org/gwp/library/TEC%207.pdf

TROPP, H. (2007): Water governance: trends and needs for new capacity development, Water Policy, nº 9, pp. 19-30.

UN (2007): Public Governance Indicators: A Literature Review. Department of Economic and Social Affairs. New York: United Nations. Disponible aquí:http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/un/unpan027075.pdf

Notas

Informe de la Cumbre, U.N Doc. A/Conf.199/20, 2002, Plan of Implementation, 8. Disponible en:http://www.johannesburgsummit.org/

En el año 2000 el Segundo Foro Mundial del Agua celebrado en La Haya será una de los primeros encuentros internacionales donde de abordará de forma explícita la gobernanza como una cuestión principal para hacer frente de forma eficaz a la escasez de recursos y servicios hídricos (TROPP, 2007).

Es útil la consulta a los documentos Bonn Recommendations for Action y Bonn Keys, disponibles en:http://www.water-2001.de/

La Global Water Partnership fue fundada en el año 1996 por parte del Banco Mundial, las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) i la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI) con el objetivo de fomentar la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH). La red está financiada por la Comisión Europea, el Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, el Reino Unido, los Estados Unidos y España.

 Un concepto, el de partes interesadas, que con el paso del tiempo se ha ido adaptando a nuevas definiciones para con ello poder radiografiar su evolución y caracterización y que trataremos en próximas aportaciones. 

Fuente: iAgua

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