class="contentpane"> Palestinos e israelíes, a una sola voz
Lunes, 20 de Julio de 2009 11:24
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Lo que parecía imposible sucedió. Por primera vez, ambas partes se unieron para salvar al Mar Muerto de la desaparición
JANA BERIS • CORRESPONSAL
 El Universal - domingo 19 de julio de 2009
JERUSALÉN.— Hasta el último momento, parecía que también esta vez la política lo arruinaría todo, que las diferencias entre israelíes y palestinos impedirían alcanzar un acuerdo de cooperación sobre un asunto que interesaba a ambas partes.


Finalmente, el desenlace fue otro. Israelíes, palestinos y jordanos lograron unirse —aunque indirectamente —en aras de una meta común: intentar salvar al Mar Muerto.
Habiendo logrado entrar a la lista de 77 sitios destacados como potenciales maravillas del mundo, israelíes, palestinos y jordanos esperan ahora que el Mar Muerto esté también en la lista de 28 finalistas que será anunciada el martes.
La etapa siguiente será la votación en internet durante dos años, que se espera atraiga la participación de mil millones de personas para elaborar la lista definitiva de “las siete maravillas naturales”.
El lema de la competencia es “si quieres salvar algo, empieza por apreciarlo”, una idea clave en el tema del Mar Muerto, que baja y retrocede a un ritmo de 1.20 metros por año, algo palpable claramente al visitar el terreno.
Territorio dividido
El voto, por internet, se realiza a través del sitio New7Wonders.com. El plazo de la primera etapa expiró el 7 de este mes a medianoche, pero recién el día antes se logró conseguir la firma palestina, que era imprescindible dado que el reglamento del concurso determina que un lugar nominado, cuyo territorio se halla de hecho en varios países, debe recibir el aval de todos.
Israel y Jordania habían dado el suyo a la candidatura del Mar Muerto, pero los palestinos rehusaban hacerlo hasta último momento, dado que del lado israelí, un actor clave en la materia era el Consejo Regional Meguilot, parte de cuyo territorio se encuentra en la zona en disputa de Cisjordania, que los palestinos sostienen deberá estar incluida en su futuro Estado independiente una vez que finalice la ocupación israelí.
“No vamos a formar un comité de apoyo”, declaró la ministra de Turismo palestina Khouloud Douaibes, explicando que “el comité israelí ha estado consultando con consejos de colonos en tierra ocupada y eso va contra el derecho internacional”.
Pero pocas horas antes de expirar la fecha indicada, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas firmó la autorización para que sí se apoyara la iniciativa de incluir al Mar Muerto en la nueva lista de maravillas naturales.
Su primer ministro, Salam Fayyad, había recibido llamadas telefónicas de altos dignatarios israelíes, exhortándole a cambiar de opinión y recordando que ello sería en bien de todos.
Un lugar poco común
“El Mar Muerto no es un tema político y a todos nos debería interesar por igual salvarle. Es un lugar tan poco común que debería estar mucho más allá de discrepancias políticas”, dijo a EL UNIVERSAL Gura Berger, portavoz del Consejo Regional Meguilot en Israel, que fue de hecho el que tuvo la iniciativa de presentar la candidatura del Mar Muerto.
En el Consejo Regional Meguilot, que cuenta con mil habitantes, hay cinco localidades, que para los palestinos son asentamientos en zona ocupada, pero Gura no tiene dudas de que ello no es un impedimento. “Si el Mar Muerto sigue reduciéndose, ni mis hijos ni los de los palestinos, podrán disfrutarlo. Ni el Mar Muerto ni la competencia son políticos y podemos apoyar algo que sirva al bien común”.
Gura Berger aclara que “lo importante de la competencia es que concientiza a la gente respecto a los lugares elegidos”.
Como ejemplo, cita la lista pasada de las “Siete maravillas del mundo” —las que son obra del hombre—, en la que se incluyó la ciudad nabatea de Petra, en Jordania. “En un año se triplicó el turismo”, subrayó.
Pero la situación del Mar Muerto es muy compleja. Su superficie se ha ido reduciendo significativamente desde los años 60, a raíz del aumento en la cantidad de agua utilizada para consumo humano en Israel, los territorios palestinos, Jordania y Siria en menor grado. Antes, entraban grandes cantidades de agua del río Jordán al Mar Muerto, pero el caudal se ha ido reduciendo cada vez más y más.
Para impulsar la votación por el Mar Muerto, se lanzó una iniciativa especial: tres niños —uno israelí, otro palestino y otro jordano— navegaron juntos hace pocos días en el Mar Muerto, llevando un cartel en el que pedían juntos “voten por nosotros”.

Fuente

Palestinos e israelíes, a una sola voz

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Lo que parecía imposible sucedió. Por primera vez, ambas partes se unieron para salvar al Mar Muerto de la desaparición
JANA BERIS • CORRESPONSAL
 El Universal - domingo 19 de julio de 2009
JERUSALÉN.— Hasta el último momento, parecía que también esta vez la política lo arruinaría todo, que las diferencias entre israelíes y palestinos impedirían alcanzar un acuerdo de cooperación sobre un asunto que interesaba a ambas partes.


Finalmente, el desenlace fue otro. Israelíes, palestinos y jordanos lograron unirse —aunque indirectamente —en aras de una meta común: intentar salvar al Mar Muerto.
Habiendo logrado entrar a la lista de 77 sitios destacados como potenciales maravillas del mundo, israelíes, palestinos y jordanos esperan ahora que el Mar Muerto esté también en la lista de 28 finalistas que será anunciada el martes.
La etapa siguiente será la votación en internet durante dos años, que se espera atraiga la participación de mil millones de personas para elaborar la lista definitiva de “las siete maravillas naturales”.
El lema de la competencia es “si quieres salvar algo, empieza por apreciarlo”, una idea clave en el tema del Mar Muerto, que baja y retrocede a un ritmo de 1.20 metros por año, algo palpable claramente al visitar el terreno.
Territorio dividido
El voto, por internet, se realiza a través del sitio New7Wonders.com. El plazo de la primera etapa expiró el 7 de este mes a medianoche, pero recién el día antes se logró conseguir la firma palestina, que era imprescindible dado que el reglamento del concurso determina que un lugar nominado, cuyo territorio se halla de hecho en varios países, debe recibir el aval de todos.
Israel y Jordania habían dado el suyo a la candidatura del Mar Muerto, pero los palestinos rehusaban hacerlo hasta último momento, dado que del lado israelí, un actor clave en la materia era el Consejo Regional Meguilot, parte de cuyo territorio se encuentra en la zona en disputa de Cisjordania, que los palestinos sostienen deberá estar incluida en su futuro Estado independiente una vez que finalice la ocupación israelí.
“No vamos a formar un comité de apoyo”, declaró la ministra de Turismo palestina Khouloud Douaibes, explicando que “el comité israelí ha estado consultando con consejos de colonos en tierra ocupada y eso va contra el derecho internacional”.
Pero pocas horas antes de expirar la fecha indicada, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas firmó la autorización para que sí se apoyara la iniciativa de incluir al Mar Muerto en la nueva lista de maravillas naturales.
Su primer ministro, Salam Fayyad, había recibido llamadas telefónicas de altos dignatarios israelíes, exhortándole a cambiar de opinión y recordando que ello sería en bien de todos.
Un lugar poco común
“El Mar Muerto no es un tema político y a todos nos debería interesar por igual salvarle. Es un lugar tan poco común que debería estar mucho más allá de discrepancias políticas”, dijo a EL UNIVERSAL Gura Berger, portavoz del Consejo Regional Meguilot en Israel, que fue de hecho el que tuvo la iniciativa de presentar la candidatura del Mar Muerto.
En el Consejo Regional Meguilot, que cuenta con mil habitantes, hay cinco localidades, que para los palestinos son asentamientos en zona ocupada, pero Gura no tiene dudas de que ello no es un impedimento. “Si el Mar Muerto sigue reduciéndose, ni mis hijos ni los de los palestinos, podrán disfrutarlo. Ni el Mar Muerto ni la competencia son políticos y podemos apoyar algo que sirva al bien común”.
Gura Berger aclara que “lo importante de la competencia es que concientiza a la gente respecto a los lugares elegidos”.
Como ejemplo, cita la lista pasada de las “Siete maravillas del mundo” —las que son obra del hombre—, en la que se incluyó la ciudad nabatea de Petra, en Jordania. “En un año se triplicó el turismo”, subrayó.
Pero la situación del Mar Muerto es muy compleja. Su superficie se ha ido reduciendo significativamente desde los años 60, a raíz del aumento en la cantidad de agua utilizada para consumo humano en Israel, los territorios palestinos, Jordania y Siria en menor grado. Antes, entraban grandes cantidades de agua del río Jordán al Mar Muerto, pero el caudal se ha ido reduciendo cada vez más y más.
Para impulsar la votación por el Mar Muerto, se lanzó una iniciativa especial: tres niños —uno israelí, otro palestino y otro jordano— navegaron juntos hace pocos días en el Mar Muerto, llevando un cartel en el que pedían juntos “voten por nosotros”.

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