class="contentpane"> Remopac: monitoreo físico y biológico de la zona costera del Pacífico
Martes, 26 de Diciembre de 2017 11:40
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costera head (Agencia Informativa Conacyt).- La Red de Monitoreo Oceanográfico del Pacífico Mexicano (Remopac) está conformada por un conjunto de instrumentos que recogen datos en costas, con los que especialistas del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) establecen relaciones entre las condiciones físicas del océano y su diversidad biológica.


En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Lydia Betty Ladah, investigadora del Departamento de Oceanografía Biológica del CICESE y responsable de la Remopac, destacó la importancia de conformar bases de datos con información obtenida directamente en los sitios de estudio.
Instrumentos a 30 metros
Los instrumentos que conforman la Remopac se instalan en la zona costera hasta a 50 metros de profundidad y están diseñados para hacer mediciones de variables fisicoquímicas como temperatura, corrientes marinas, velocidad del viento, acidez (pH), oxígeno disuelto, entre otras.

“El tipo de equipo que usamos es muy típico: son amarraderos con cadenas de instrumentos, que miden por ejemplo temperatura de alta frecuencia, cada minuto o más frecuente, y hasta a 30 metros de profundidad”, explicó la doctora Lydia Ladah.

Comentó que los datos de temperatura son utilizados para analizar las cantidades de nutrientes presentes en el agua, usando un algoritmo diseñado para cada sitio de interés.

Mencionó que además de la temperatura de alta frecuencia, la red de monitoreo también tiene la capacidad de medir la penetración de la luz en el mar, datos que permiten a investigadores y estudiantes entender la distribución y actividad fotosintética de algunos productores primarios.

El correntómetro es otro instrumento de la Remopac; con él se miden las corrientes en diferentes capas para entender el flujo, la direccionalidad y el efecto de las corrientes de marea en organismos, con técnicas acústicas.

“Con este equipo se puede estimar la cantidad de organismos microscópicos que están en el agua, usando el correntómetro, en combinación con muestreos in situ, es una aproximación que usamos ahora para entender qué organismos están en el agua y cómo se mueven cada minuto con las corrientes de marea y ondas internas”, indicó la investigadora.

Monitoreo por tiempo y espacio
Los datos de la Remopac se recaban a lo largo de la columna de agua —fondo, media agua y superficie— en diferentes localidades y de norte a sur en el Pacífico.
La responsable de la red de monitoreo explicó que los datos se obtienen en intervalos que pueden ir de minuto a minuto o incluso segundos, cuando se trata de detectar cambios de alta frecuencia en los que la temperatura sube y baja en intervalos cortos.

“Este tipo de monitoreo puede ser muy importante porque los organismos se tienen que adaptar a estos cambios o pueden aprovechar pulsos de agua fría rica en nutrientes de muy corto tiempo, cuando sube el agua profunda", precisó.

Indicó que además de la variable del tiempo, los instrumentos trabajan con la variabilidad espacial que puede ser hasta de metro a metro o de varios kilómetros.

“Vemos todo este análisis entre los cambios mensuales, anuales o por década y ya que tenemos una serie de tiempo más larga, podemos empezar a entender cómo cambian las condiciones en general, por ejemplo con condiciones del fenómeno ‘El Niño’”, señaló la doctora Lydia Ladah.

Fuente: CONACYT

Remopac: monitoreo físico y biológico de la zona costera del Pacífico

Martes, 26 de Diciembre de 2017 11:40
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costera head (Agencia Informativa Conacyt).- La Red de Monitoreo Oceanográfico del Pacífico Mexicano (Remopac) está conformada por un conjunto de instrumentos que recogen datos en costas, con los que especialistas del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) establecen relaciones entre las condiciones físicas del océano y su diversidad biológica.


En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Lydia Betty Ladah, investigadora del Departamento de Oceanografía Biológica del CICESE y responsable de la Remopac, destacó la importancia de conformar bases de datos con información obtenida directamente en los sitios de estudio.
Instrumentos a 30 metros
Los instrumentos que conforman la Remopac se instalan en la zona costera hasta a 50 metros de profundidad y están diseñados para hacer mediciones de variables fisicoquímicas como temperatura, corrientes marinas, velocidad del viento, acidez (pH), oxígeno disuelto, entre otras.

“El tipo de equipo que usamos es muy típico: son amarraderos con cadenas de instrumentos, que miden por ejemplo temperatura de alta frecuencia, cada minuto o más frecuente, y hasta a 30 metros de profundidad”, explicó la doctora Lydia Ladah.

Comentó que los datos de temperatura son utilizados para analizar las cantidades de nutrientes presentes en el agua, usando un algoritmo diseñado para cada sitio de interés.

Mencionó que además de la temperatura de alta frecuencia, la red de monitoreo también tiene la capacidad de medir la penetración de la luz en el mar, datos que permiten a investigadores y estudiantes entender la distribución y actividad fotosintética de algunos productores primarios.

El correntómetro es otro instrumento de la Remopac; con él se miden las corrientes en diferentes capas para entender el flujo, la direccionalidad y el efecto de las corrientes de marea en organismos, con técnicas acústicas.

“Con este equipo se puede estimar la cantidad de organismos microscópicos que están en el agua, usando el correntómetro, en combinación con muestreos in situ, es una aproximación que usamos ahora para entender qué organismos están en el agua y cómo se mueven cada minuto con las corrientes de marea y ondas internas”, indicó la investigadora.

Monitoreo por tiempo y espacio
Los datos de la Remopac se recaban a lo largo de la columna de agua —fondo, media agua y superficie— en diferentes localidades y de norte a sur en el Pacífico.
La responsable de la red de monitoreo explicó que los datos se obtienen en intervalos que pueden ir de minuto a minuto o incluso segundos, cuando se trata de detectar cambios de alta frecuencia en los que la temperatura sube y baja en intervalos cortos.

“Este tipo de monitoreo puede ser muy importante porque los organismos se tienen que adaptar a estos cambios o pueden aprovechar pulsos de agua fría rica en nutrientes de muy corto tiempo, cuando sube el agua profunda", precisó.

Indicó que además de la variable del tiempo, los instrumentos trabajan con la variabilidad espacial que puede ser hasta de metro a metro o de varios kilómetros.

“Vemos todo este análisis entre los cambios mensuales, anuales o por década y ya que tenemos una serie de tiempo más larga, podemos empezar a entender cómo cambian las condiciones en general, por ejemplo con condiciones del fenómeno ‘El Niño’”, señaló la doctora Lydia Ladah.

Fuente: CONACYT