class="contentpane"> Agua Natural vs Refrescos
Miércoles, 06 de Julio de 2011 06:46
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Nuestro país está considerado como el “inventor” de las aguas frescas, y la costumbre de acompañar los alimentos con éstas, es uno de los hábitos alimentarios más arraigados en los mexicanos.

La mayoría de nosotros necesitamos acompañar las comidas con algún líquido, pero que no sea agua natural. La desventaja es, que como ahora no tenemos tiempo de preparar aguas frescas, los refrescos llegaron a suplir a éstas, ya que cumplen con el requisito de un sabor diferente y listo para tomar a cualquier hora y en cualquier lugar. Conocemos todas las marcas, presentaciones, sabores y variedades que hay, pero muy pocos conocemos sobre su contenido y efectos en el cuerpo.

Los refrescos carbonatados son ácidos, ya que tienen un PH de 2.5. Se ha calculado que para que el cuerpo vuelva a su punto neutro (PH 7) después de consumir una lata de refresco de 355 ml, se requieren 29 vasos de 240 ml de agua natural, osea 7 litros. Para realizar esto, nuestro cuerpo reduce la cantidad de oxígeno, haciendo de esta manera, más lento el metabolismo.

Cuando consumimos refrescos que contienen ácido fosfórico, el organismo hace un esfuerzo por reducir los niveles de ácidos a través de la orina, y eso lo obliga a utilizar parte de su agua para empujarlos hacia afuera. Mientras más refrescos consumamos, más tendremos que orinar para reducir los ácidos acumulados, provocando así la deshidratación celular.

En esta figura se explica algo de lo que sucede en nuestro cuerpo después de consumir refrescos carbonatados…

Para mantener un buen estado de salud, el volumen de los líquidos en nuestro organismo deben permanecer constantes. Para ello el cuerpo dispone de varios mecanismos para regular el agua total del cuerpo, como la sed, la hormona antidiurética (ADH) y los riñones.

Un dato curioso es que mientras más deshidratados estemos, mas rechazamos el agua y no soportamos tomarla y si tratáramos, podríamos sentir hasta deseos de vomitarla. Esto sucede porque nuestro cuerpo deshidratado apaga la sensación de sed, como una medida de adaptación a la falta de agua. En dado caso de que sí lográramos consumirla pese a nuestros gustos, tardaríamos 7 días en activar la sensación de sed y de ahí en adelante nos resultaría “normal y necesario” el consumo de agua natural.

El agua natural, es la bebida más sana y saludable, este vital líquido es imprescindible para mantener la vida y la salud integral. Entre sus principales propiedades fisiológicas están:

La pregunta que todos nos hacemos es ¿Cuánta agua debemos de tomar?. Existe ya una recomendación general, sobre el consumo de agua en los adultos, que es de 1.5 – 2 litros de agua natural al día.  Pero hay una fórmula más exacta y personal de calcular el agua, así podríamos nosotros mismos conocer nuestro consumo de agua diario, siguiendo esta fórmula:

Nuestro peso (kg) / 7  = 54 kg / 7  = 7 vasos 

1 VASO = 240 ml, por lo tanto... 7 vasos x 240 ml  = 1,680 ml osea 1.7 litros DIARIAMENTE

La cantidad exacta, variará en función del nivel de actividad, la temperatura, la humedad y otros factores. Naturalmente, durante el embarazo y la lactancia las mujeres debemos consumir más agua para mantenernos hidratadas.

Los refrescos y en especial los de cola tienen algo en particular que nos hace crear una dependencia, pero después de saber todo lo que nos provoca, debemos de poner en una balanza SALUD VS. PLACER.

Fuente: Epicentro

Agua Natural vs Refrescos

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Nuestro país está considerado como el “inventor” de las aguas frescas, y la costumbre de acompañar los alimentos con éstas, es uno de los hábitos alimentarios más arraigados en los mexicanos.

La mayoría de nosotros necesitamos acompañar las comidas con algún líquido, pero que no sea agua natural. La desventaja es, que como ahora no tenemos tiempo de preparar aguas frescas, los refrescos llegaron a suplir a éstas, ya que cumplen con el requisito de un sabor diferente y listo para tomar a cualquier hora y en cualquier lugar. Conocemos todas las marcas, presentaciones, sabores y variedades que hay, pero muy pocos conocemos sobre su contenido y efectos en el cuerpo.

Los refrescos carbonatados son ácidos, ya que tienen un PH de 2.5. Se ha calculado que para que el cuerpo vuelva a su punto neutro (PH 7) después de consumir una lata de refresco de 355 ml, se requieren 29 vasos de 240 ml de agua natural, osea 7 litros. Para realizar esto, nuestro cuerpo reduce la cantidad de oxígeno, haciendo de esta manera, más lento el metabolismo.

Cuando consumimos refrescos que contienen ácido fosfórico, el organismo hace un esfuerzo por reducir los niveles de ácidos a través de la orina, y eso lo obliga a utilizar parte de su agua para empujarlos hacia afuera. Mientras más refrescos consumamos, más tendremos que orinar para reducir los ácidos acumulados, provocando así la deshidratación celular.

En esta figura se explica algo de lo que sucede en nuestro cuerpo después de consumir refrescos carbonatados…

Para mantener un buen estado de salud, el volumen de los líquidos en nuestro organismo deben permanecer constantes. Para ello el cuerpo dispone de varios mecanismos para regular el agua total del cuerpo, como la sed, la hormona antidiurética (ADH) y los riñones.

Un dato curioso es que mientras más deshidratados estemos, mas rechazamos el agua y no soportamos tomarla y si tratáramos, podríamos sentir hasta deseos de vomitarla. Esto sucede porque nuestro cuerpo deshidratado apaga la sensación de sed, como una medida de adaptación a la falta de agua. En dado caso de que sí lográramos consumirla pese a nuestros gustos, tardaríamos 7 días en activar la sensación de sed y de ahí en adelante nos resultaría “normal y necesario” el consumo de agua natural.

El agua natural, es la bebida más sana y saludable, este vital líquido es imprescindible para mantener la vida y la salud integral. Entre sus principales propiedades fisiológicas están:

La pregunta que todos nos hacemos es ¿Cuánta agua debemos de tomar?. Existe ya una recomendación general, sobre el consumo de agua en los adultos, que es de 1.5 – 2 litros de agua natural al día.  Pero hay una fórmula más exacta y personal de calcular el agua, así podríamos nosotros mismos conocer nuestro consumo de agua diario, siguiendo esta fórmula:

Nuestro peso (kg) / 7  = 54 kg / 7  = 7 vasos 

1 VASO = 240 ml, por lo tanto... 7 vasos x 240 ml  = 1,680 ml osea 1.7 litros DIARIAMENTE

La cantidad exacta, variará en función del nivel de actividad, la temperatura, la humedad y otros factores. Naturalmente, durante el embarazo y la lactancia las mujeres debemos consumir más agua para mantenernos hidratadas.

Los refrescos y en especial los de cola tienen algo en particular que nos hace crear una dependencia, pero después de saber todo lo que nos provoca, debemos de poner en una balanza SALUD VS. PLACER.

Fuente: Epicentro