En 2007, la escasez de lluvias dio lugar a bajos niveles de agua en los ríos y lagos de Albania, lo que obstaculizó gravemente la generación de energía hidroeléctrica y produjo frecuentes cortes de energía en todo el país. Ese año, los apagones llegaron a durar 3,7 horas al día, y el Ministerio de Finanzas de Albania estimó que el costo para el país fue de hasta un 1% de su crecimiento.