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Las chinampas

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Para todos es conocida la naturaleza lacustre del Valle de México, en donde se asentaba la gran ciudad de Tenochtitlán. Prácticamente, desde cualquier punto de ese gran valle se podía llegar al centro utilizando alguna vía fluvial. Todas las mercancías se distribuían desde el sitio de su producción al de su venta y consumo, utilizando trajineras o barcazas.
A partir de la conquista, el proyecto urbanístico español trató de reproducir las condiciones de la Península Ibérica. Así, uno a uno los amplios lagos fueron drenados para obtener 'tierra firme' y sobre ella asentar la nueva ciudad.
Todavía a principios del siglo XX existían algunos canales que conectaban los principales mercados de frutas y legumbres; mercados como  los de La Viga y Jamaica disfrutaron de esta posibilidad.
 
La continua extracción de agua subterránea, el uso de los ríos y arroyos como drenajes, el entubamiento de importantes ríos como el Magdalena o el Churubusco como formas para ‘sacar’ el agua del Distrito Federal, han secado uno a uno los grandes lagos que sostenían la región.
La única forma en que se ha respondido a las inundaciones que periódicamente afectaban el valle, ha sido expulsar el agua mediante la construcción de importantes acueductos como el de Nochistongo. Diariamente se tira una enorme cantidad de agua de lluvia mezclada con aguas negras e industriales hacia estos drenajes, con la intención de que tarde o temprano arrastren toda la mugre al mar.
 
Es apenas en la década de 1970 cuando se toma cierta conciencia del riesgo de la pérdida de agua subterránea, la gravedad del hundimiento de la Ciudad de México y el efecto de desertificación producido en los antiguos lagos. El Plan Lago de Texcoco es una de las alternativas que se intentan y se trabajan durante más de 30 años y que hoy está en riesgo por la inminente construcción del nuevo aeropuerto.
 El lago de Xochimilco es otro de los proyectos a destacar.
 
 
La chinampa es una alternativa tecnológica para la producción de alimentos con el menor deterioro ecológico. Para la producción, estas áreas proveen de su propio fertilizante natural mediante la acción de microorganismos en los canales y en el humus del suelo y la vegetación que crece profusamente tanto en el agua como en el suelo.  En las chinampas se produce regularmente maíz y hortalizas (col, rábano, betabel, cebolla, frijol, lechuga, nabo, calabaza, nopal etc.), plantas de ornato y animales de corral.
 
Actualmente la zona se ha reducido a una superficie de un poco menos de 35 000 hectáreas y con ello su producción. Xochimilco, junto con otras dos regiones productoras del DF, ha generado, según el Anuario estadístico del DF: La reducción en la producción tiene como causas inmediatas la pérdida de terreno por el aumento de la mancha urbana, los problemas de comercialización ya que éstos productos compiten con los que llegan de diferentes estados de la República y aún, los de importación.  La región de Xochimilco está conformada actualmente por tres microrregiones:
 
La primera es la más cercana al DF y también la más débil ecológicamente hablando ya que a ella llegan muchos de los desechos de la gran ciudad (basura y agua contaminada) así como una gran cantidad de habitantes que asientan sus casas en lugares de poca seguridad. En esta región se encuentra la zona turística y, las chinampas están dedicadas primordialmente a la producción de plantas de vivero o de ornato.   Otra de las pequeñas regiones es la que se ubica en la zona de los pequeños cerros, en la que se asientan las poblaciones más antiguas. Esta zona está dedicada principalmente al cultivo de haba, maíz, frijol y forraje.
 
La tercera zona está conformada por pequeños pueblos ribereños que se extienden sobre las chinampas y que se dedican al cultivo de flores (San Gregorio Atlapulco), hortalizas (San Luis Tlaxialtemalco) y amaranto (Santiago Tulyehualco).   Aunque a partir de 1989 ha sido declarada como Patrimonio Histórico y  Cultural de la Humanidad por la UNESCO, la región no ha sido protegida adecuadamente, cada año invaden  terrenos para la construcción de viviendas y con ello, la calidad del agua del lago ha empeorado. Miles de casas habitación vierten diariamente sus drenajes directamente al lago sin ningún tratamiento previo.  Para mantener el nivel mínimo de agua en los canales, cierta cantidad de agua proveniente del DF, deficientemente tratada llega a los canales, sin beneficiar ecológicamente el sistema.
 

Por otra parte, miles de sus habitantes nativos han salido hacia otros lugares para obtener empleo y medios de subsistencia, con lo cual han quedado abandonadas o subutilizadas áreas antes muy productivas. Los nuevos habitantes desconocen casi todo lo que rodeaba a esta zona y no tienen mayor aprecio por su conservación.
 
Sólo la decisión de algunos grupos de pobladores nativos puede oponerse a la tendencia destructiva de la zona. Algunos de ellos organizados, están adaptando nuevas tecnologías para rescatar los viejos sistemas de producción chinampera, tratando de lograr un desarrollo al que llaman sustentable, que permita a las familias obtener un sustento digno sin deteriorar su medio ambiente.
El Parque Ecológico de Xochimilco
 
A partir de 1991, se decide iniciar un plan de rescate ecológico en la zona, con la propuesta de cinco proyectos: rescate hidráulico (limpieza de los canales), rescate arqueológico (conservación de vestigios), recate cultural (promoción y conservación de la cultura Xochimilca) y, rescate agrícola (recuperar los cultivos ancestrales).  Para estos proyectos se destinan 254 hectáreas en las que hay seis cuerpos de agua. El terreno está dividido en varias zonas que incluyen un área recreativa, un museo arqueológico del sitio, un jardín botánico, un invernadero y algunas chinampas.
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