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Fortalece México acciones e investigación en forzantes climáticos para la salud de la población y sus ecosistemas

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  • Los Forzantes Climáticos de Vida Corta (FCVC) son agentes que contribuyen al calentamiento global y resultan particularmente peligrosos por sus efectos negativos en la salud humana, la agricultura y los ecosistemas. 
  • México refrenda su compromiso y lidera iniciativas para establecer rutas de investigación sectoriales para reducir las emisiones y precursores de FCVC, mejorar la calidad del aire y reducir los impactos negativos al cambio climático.
  • Los múltiples beneficios que se obtienen realizando acciones simultáneas en calidad del aire y cambio climático permitirán establecer rutas de mitigación con mayor potencial de reducción de emisiones y cumplir con sus metas climáticas.

Los Forzantes Climáticos de Vida Corta (FCVC), tienen una relevancia en el sistema climático global y su potencial de reducción es reconocido no solo por sus efectos climáticos, sino por los co-beneficios en la salud humana, los ecosistemas, la mejora en la calidad del aire y reducción de los daños directos en los cultivos agrícolas.

Los forzantes climáticos en general son gases y compuestos entre los que se incluyen los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el ozono troposférico (O3), los clorofluorocarbonos (CFC´s) y los hidrofluorocarbonos (HFC´s), así como las especies emitidas en procesos de combustión como el monóxido de carbono (CO) y el carbono negro (CN), los cuales contribuyen al aumento en la temperatura.

Se espera que los efectos del cambio climático puedan incrementar la mala calidad del aire principalmente en las ciudades con efectos directos sobre la población y los ecosistemas.

En este sentido México ha mantenido su compromiso por reducir los gases de efecto invernadero y considera que la relación calidad del aire y cambio climático puede comprenderse desde la óptica de los FCVC. La realización de acciones conjuntas de mitigación donde se incluyan a los FCVC, tendrá beneficios climáticos directos para no alcanzar los 1.5°C al 2030 y no exceder en el mediano plazo los 2°C, pactados en el Acuerdo de París.

Dentro de los contaminantes con mayores impactos tanto en la salud humana como en los ecosistemas y agricultura se encuentran el ozono troposférico y el carbono negro.

El ozono troposférico, además de ser un forzante climático, es también un importante contaminante del aire que se forma cuando los gases precursores como el metano, el monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno reaccionan en presencia de la radiación solar.

Afecta la estructura y las funciones de los ecosistemas, tiene un mayor impacto en los cultivos y bosques, pues se introduce en las hojas a través de las estomas y produce una serie de efectos que van desde alteraciones fisiológicas, hasta daños visibles o reducciones en el crecimiento de las plantas.

En el caso de la salud humana, se ha demostrado que es responsable de aproximadamente 150,000 muertes prematuras al año a nivel mundial. Es considerado uno de los principales contaminantes criterio regulados manteniéndose un programa de monitoreo a nivel nacional en las principales ciudades mexicanas.

En México el ozono troposférico se ha convertido en un problema de calidad del aire en las principales zonas metropolitanas como: la del Valle de México (ZMVM), Monterrey y Guadalajara, y en las ciudades del Bajío.

En nuestro país, que depende de sus actividades agrícolas y de los ecosistemas, las acciones específicas de reducción de precursores de ozono, son relevantes para evitar los impactos negativos y mantener la sustentabilidad. En este sentido se actualizan los inventarios de emisiones de contaminantes criterio, con la finalidad de evaluar el aumento de precursores de ozono como los compuestos orgánicos volátiles entre otros y establecer acciones o políticas públicas para su mitigación.

Con respecto al carbono negro (CN), sus emisiones en México son generadas en los siguientes sectores:

  • Energía, asociados al sector transporte 28%, principalmente en la subcategoría autotransporte
    Industria, por la quema de bagazo en el procesamiento de alimentos, bebidas y tabaco 26%
    Residencial y Comercial, debido a la quema de biomasa residencial 26%.

Estas actividades contribuyen con más del 80% de las emisiones de CN reportadas.

En el marco internacional con otros países y diversos organismos internacionales, México mantiene un firme compromiso en reducir sus emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero, participando de manera activa en diversos programas y estrategias para cumplir sus metas de mitigación

También, en 2017 el INECC y el Instituto Nacional de Salud Pública realizaron un estudio para evaluar los impactos de la contaminación a la salud y su valoración económica por el método de “Disponibilidad a Pagar”, lo cual permitió caracterizar las incidencias de mortalidad vinculadas a la exposición a contaminantes. Los resultados mostraron que de cumplirse con la Norma Oficial Mexicana de Partículas Suspendidas (PM2.5), se podrían evitar 8,464 muertes prematuras

Durante el 2018 México realiza diferentes acciones entra las que destacan, un proyecto piloto a través de la Comisión de Cooperación de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México) para desarrollar una metodología que permita reducir la incertidumbre de la actividad del uso de leña en el sector residencial en México y mejorar las estimaciones de las emisiones de carbono negro y otros contaminantes, esta metodología estará lista para ser aplicada en todo el país a finales del 2019.

En otro contexto, México en su participación con la Coalición del Clima y Aire Limpio (CCAC), desarrolla las rutas de mitigación sectoriales integradas con acciones en calidad del aire, cambio climático y salud para reducir los contaminantes climáticos de vida corta y alcanzar así, beneficios en el corto plazo.

Debido a los efectos negativos que pueden tener los FCVC, es fundamental que México siga invirtiendo recursos para fortalecer las redes de monitoreo atmosférico, mejorar las estimaciones en los inventarios que son esenciales para evaluar el progreso en la gestión de la calidad del aire y la reducción de sus emisiones, así como evaluar la eficacia de las medidas aplicadas y tomar las medidas adecuadas para mejorarlas.

Fuente: INECC