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Un proyecto hídrico del Banco Mundial combate el paludismo en la cuenca del río Senegal

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El tema del Día Mundial del Paludismo de este año es “Invertir en el futuro, derrotar el paludismo” y en este sentido hay buenas noticias que provienen de la vulnerable región del Sahel en África. Millones de personas que viven en Guinea, Malí, Mauritania y Senegal están siendo protegidas de este mal y de una serie de enfermedades tropicales debilitantes desatendidas. Este es el resultado de esfuerzos de desarrollo que han sido mejor coordinados y que abarcan diferentes sectores.

Al mismo tiempo que colabora con estos países para mejorar la gestión de los recursos hídricos en la cuenca del río Senegal, el Banco Mundial está apoyando las actividades de control de enfermedades asociadas con el agua y cómo se utiliza esta para el riego de los cultivos. Se necesitan sistemas de irrigación para producir más alimentos y combatir la pobreza y el hambre, pero a su vez estos pueden servir como focos de reproducción de mosquitos que transmiten el paludismo. Para abordar este desafío, se requiere de medidas centradas en la salud y el riego.

La distribución de 3,1 millones de mosquiteros tratados con insecticidas para cubrir a unos 5,6 millones de personas durante la primera fase del proyecto para la cuenca del río Senegal, financiado por el Banco Mundial, ha dado resultados sorprendentes. El uso de estos mosquiteros que evitan las picaduras de mosquitos ha aumentado de 28 % en 2009 a 46 % en 2012, en una zona poblada en gran parte por agricultores pobres y sus familias.

 

Más embarazadas y niños usan mosquiteros

Es alentador que el uso de mosquiteros haya aumentado en la cuenca del río Senegal entre las personas más vulnerables a los efectos de la mortal enfermedad del paludismo. El porcentaje de niños pequeños que duermen protegidos con mosquiteros ha aumentado de 58% en 2009 a 74% en 2012, en tanto que el de mujeres embarazadas se ha duplicado de 33% a 65% en el mismo periodo.

Este avance es importante porque las personas que viven en la cuenca del río Senegal corren un gran riesgo de contraer paludismo. Aproximadamente un 14 % de los niños y un 9% de las embarazadas de la zona están infectados con la enfermedad, lo que incide de manera significativa en las familias pobres. El paludismo puede tener efectos serios o causar la muerte de los niños afectados, provocar anemia grave en las embarazadas y reducir la productividad de los trabajadores adultos.

Se espera que el número de enfermos y víctimas mortales disminuyan gracias a estos esfuerzos que se realizan en la actualidad y se extenderán hasta 2020. Se trata de una inversión pragmática en el futuro, no solo para el sector del agua, sino también para la salud.

Entregar mosquiteros a todos

El actual proyecto para la cuenca del río Senegal por un monto de 220 millones de dólares, que es la segunda fase de un programa de 10 años en la región, también incluye un componente de salud de 40 millones de dólares.

Además del aumento de la disponibilidad de agua para la agricultura y la producción de alimentos, el apoyo a la acuicultura y la gestión de la pesca, y otras metas, el proyecto ahora tiene como objetivo que todos los habitantes tengan mosquiteros. Se cubrirán aproximadamente 4,5 millones de personas que viven en la zona, la mayoría de las cuales no fueron incluidas en la primera etapa del proyecto.

“Con una población cada vez mayor en la cuenca del río Senegal, gran parte de la cual ya es muy vulnerable a las enfermedades relacionadas con el agua, la nueva infraestructura hídrica y de riego debe complementarse con esfuerzos simultáneos dirigidos a reducir los riesgos de salud pública”, dijo Shelley McMillan, especialista superior en Recursos Hídricos y gerente del proyecto.

Progresos en la lucha contra enfermedades tropicales desatendidas y mejora de la salud escolar

El programa no solo ha avanzado en la prevención del paludismo sino también de un grupo de afecciones denominadas “enfermedades tropicales desatendidas” (NTD, por sus siglas en inglés). Estas se incluyen en el proyecto debido a que su transmisión también está estrechamente relacionada con el agua o el suelo.

 

Durante la primera fase, el proyecto ya ha administrado más de 2 millones de dosis de tabletas de praziquantel para el tratamiento de la esquistosomiasis, y 7 millones de dosis de albendazol para el tratamiento de los parásitos intestinales. Más del 80 % de los niños de la zona recibieron protección contra esas dos enfermedades.

En la segunda etapa, el programa abordará además la oncocercosis (ceguera de los ríos) y el tracoma, que causan ceguera, y la filariasis linfática (elefantiasis). En el futuro, más de 2,1 millones de niños en edad escolar y 1 millón de adultos recibirán tratamientos preventivos para las NTD, que son donados anualmente por las empresas farmacéuticas.

El Banco Mundial tiene una larga y exitosa trayectoria en la prevención de enfermedades tropicales desatendidas, así como en el apoyo a la prevención del paludismo, por lo que tiene mucho sentido tratar de luchar simultáneamente contra estas enfermedades”, dijo John Paul Clark, especialista técnico superior en Enfermedades Transmisibles del Banco Mundial.

Soluciones integradas de desarrollo para el Sahel

En noviembre de 2013, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, viajaron a la región del Sahel con otros líderes, prometiendo asistencia por un monto de 1.500 millones ed dólares. La segunda fase del proyecto de la cuenca del río Senegal es el primer financiamiento en el marco de esta iniciativa.

“Estamos redoblando nuestros esfuerzos, tanto en el Sahel como en el resto de África al sur del Sahara, para ofrecer soluciones integradas a todos los sectores y países”, dijo Colin Bruce, director de Integración Regional del Banco Mundial en África. “Este enfoque está ayudando a proteger del paludismo y las enfermedades tropicales desatendidas a las personas vulnerables en áreas de la cuenca del río Senegal, mejorando al mismo tiempo sus medios de subsistencia”.

 

Fuente: iagua