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Agua Investigación y agua Ciencias sociales El clima se calienta...y los narcos también

El clima se calienta...y los narcos también

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Que más de un millón de personas resultaran afectadas por las peores inundaciones de Tabasco en 50 años, en 2007; que el crimen organizado ejecutara en promedio a 16 habitantes por día durante el año pasado en México, y que Estados Unidos realizara 500 mil repatriaciones de connacionales en ese lapso, son hechos que han llamado la atención del gobierno británico para estudiar los efectos de las variaciones del clima sobra la estabilidad de Estado y seguridad nacional en México y Centroamérica.

Aunque de entrada los investigadores que analizan esos fenómenos aclararon que la migración y la delincuencia son las opciones extremas que la gente suele elegir al ver amenazado su sustento, sí son factores que toman en cuenta para realizar su trabajo en el país.
El doctor Tobias Feakin y la maestra Shiloh Fetzek, del Instituto de Servicios Reales Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés), son los encargados del proyecto. Ellos estuvieron en México el año pasado para iniciar los primeros contactos de su trabajo y en esta ocasión sostendrán encuentros con colegas mexicanos para comenzar de manera formal su investigación —después viajarán a otros países, hasta llegar a Panamá—, cuyos primeros resultados se obtendrán en noviembre próximo para presentarlos en diciembre en la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas, en Copenhague.
Los expertos del RUSI, durante una entrevista en el jardín de la embajada británica en México, compartieron con Excélsior que han tenido pláticas con autoridades federales, legisladores y miembros del Ejército, cuya institución les reconoció estar al tanto de los retos que representa el clima para la seguridad nacional.
—¿Qué han visto en el país como para comenzar aquí ese tipo de proyectos?
—El trabajo está pensado como un producto que puede ser útil al gobierno, para que el tema de cambio climático se quede en la agenda nacional. México es afectado y lo seguirá siendo por grandes fenómenos meteorológicos extremos, como sequías y huracanes que modificarán la disponibilidad de agua, entre otros recursos —responde Shiloh Fetzek.
“Pero no estamos aquí porque el país signifique un problema de vulnerabilidad en particular. Estudiamos los efectos ambientales de toda la región, porque ya
sobrepasan la capacidad que existe para enfrentarlos. Ahora no hay una manera totalmente eficaz para contrarrestar los daños climáticos.
“La región tiene un conjunto de vulnerabilidades y el país un problema de inseguridad, inundaciones y migración, por eso queremos ver qué tanto énfasis tendrán los cambios climáticos en los problemas de inseguridad”, señalaron los investigadores.
Porque además, resaltó Tobias Feakin, algunas de las cosas que estudiamos en la teoría ya ocurren en zonas de la región, en materia ambiental y de inseguridad.
La experta estadounidense en temas de política internacional, justicia y paz detalló que la relación entre inseguridad y daño ecológico se da en el momento en que por esos efectos del clima escasean recursos naturales o se hacen de difícil acceso creando tensiones entre la gente.
De acuerdo con su percepción, uno de los recursos que el país está perdiendo más de manera acelerada son los arrecifes de coral, cuyos ecosistemas son dañados por el aumento de la temperatura del mar y los eventos por huracán. La sequía en el norte, una de las expulsoras de migrantes hacia Estados Unidos, también es de llamar la atención.
“En algunos casos continuó Shiloh— la gente que pierde sus cultivos, por ejemplo, puede optar por abandonar el lugar en busca de otras oportunidades o por delinquir. Son rutas viables para la gente que no tiene sustento o que desea mantener lo básico para sobrevivir, pero son caminos o escenarios extremos que no son parte central del trabajo, pero que sí tomamos en cuenta por la condición actual de México.”
Pero Feakin, director de Seguridad Nacional del RUSI, advirtió que las cuestiones de cambio climático son mucho más peligrosas en países en donde ya existen problemas por cuestiones raciales o étnicas, “porque las reacciones suelen ser mucho más violentas”.
—¿La lucha que libra el gobierno federal contra el crimen organizado o la crisis sanitaria comprometen las metas en materia de cambio climático?
—México es un país líder en cuanto a que comienza a actuar contra el cambio climático y también tiene un problema muy importante respecto de la inseguridad. La cuestión es priorizar. Los gobiernos tienen que ver qué es lo más importante a resolver, porque los problemas ambientales también son difíciles de tratar.
—¿Qué esperan encontrar con su proyecto?
—La pregunta es cómo el cambio climático afectará a la región, cómo modificará las actividades humanas rumbo al año 2040. Se anticipa que los impactos de los eventos meteorológicos sean mayores a nuestra capacidad. Actividades como la agricultura serán afectadas aún más, y el crecimiento poblacional va a incrementar la competencia por el aprovechamiento de los recursos.
“De tal manera que aún no podemos dar certeza sobre lo que hallaremos, porque tenemos el caso de lugares que fueron seriamente lastimados por huracanes e inundaciones y, contrario a lo que esperábamos, la gente no migró en números importantes. Es decir, estamos abiertos a lo que la investigación arroje”, aclaró Fetzek, quien anunció que presentarán sus avances al gobierno mexicano y legisladores.
“Es difícil saber lo que va a pasar, porque se trata de ver esa relación entre los países y la reacción que tiene la gente y, sobre todo, de la importancia de evitar medidas desesperadas o que generen violencia”, apuntó el también experto en política internacional, seguridad y paz.
Los expertos de la embajada británica tienen claro que su estudio no va a resolver los problemas ambientales y así quieren que se entienda, porque el objetivo es crear consciencia en los gobiernos para que comiencen a pensar en seguridad como un problema integral y no sólo en el ámbito policial.
“Somos investigadores, no vinimos a imponer qué es lo que se tiene qué hacer. Se trata de compartir información con otros gobiernos para crear juntos acciones contra esos escenarios”, aclaró el doctor y mencionó el caso de Guatemala:
“Es muy importante estudiar la relación entre crimen organizado y el cambio climático porque en ese país los narcotraficantes ya se han apoderado de ciertos territorios.”
Sobre la gobernabilidad de esa nación centroamericana, Shiloh recordó que el Estado ni siquiera tiene algún tipo de control contra la delincuencia, quien ha suplantado al gobierno en algunos lugares para ofrecer servicios a la población.
La embajada británica en México estudia las conexiones entre el cambio climático y la delincuencia organizada
Que más de un millón de personas resultaran afectadas por las peores inundaciones de Tabasco en 50 años, en 2007; que el crimen organizado ejecutara en promedio a 16 habitantes por día durante el año pasado en México, y que Estados Unidos realizara 500 mil repatriaciones de connacionales en ese lapso, son hechos que han llamado la atención del gobierno británico para estudiar los efectos de las variaciones del clima sobra la estabilidad de Estado y seguridad nacional en México y Centroamérica.
Aunque de entrada los investigadores que analizan esos fenómenos aclararon que la migración y la delincuencia son las opciones extremas que la gente suele elegir al ver amenazado su sustento, sí son factores que toman en cuenta para realizar su trabajo en el país.
El doctor Tobias Feakin y la maestra Shiloh Fetzek, del Instituto de Servicios Reales Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés), son los encargados del proyecto. Ellos estuvieron en México el año pasado para iniciar los primeros contactos de su trabajo y en esta ocasión sostendrán encuentros con colegas mexicanos para comenzar de manera formal su investigación —después viajarán a otros países, hasta llegar a Panamá—, cuyos primeros resultados se obtendrán en noviembre próximo para presentarlos en diciembre en la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas, en Copenhague.
Los expertos del RUSI, durante un entrevista en el jardín de la embajada británica en México, compartieron con Excélsior que han tenido pláticas con autoridades federales, legisladores y miembros del Ejército, cuya institución les reconoció estar al tanto de los retos que representa el clima para la seguridad nacional.
—¿Qué han visto en el país como para comenzar aquí ese tipo de proyectos?
—El trabajo está pensado como un producto que puede ser útil al gobierno, para que el tema de cambio climático se quede en la agenda nacional. México es afectado y lo seguirá siendo por grandes fenómenos meteorológicos extremos, como sequías y huracanes que modificarán la disponibilidad de agua, entre otros recursos —responde Shiloh Fetzek.
“Pero no estamos aquí porque el país signifique un problema de vulnerabilidad en particular. Estudiamos los efectos ambientales de toda la región, porque ya sobrepasan la capacidad que existe para enfrentarlos. Ahora no hay una manera totalmente eficaz para contrarrestar los daños climáticos.
“La región tiene un conjunto de vulnerabilidades y el país un problema de inseguridad, inundaciones y migración, por eso queremos ver qué tanto énfasis tendrán los cambios climáticos en los problemas de inseguridad”, señalaron losinvestigadores.
Porque además, resaltó Tobias Feakin, algunas de las cosas que estudiamos en la teoría ya ocurren en zonas de la región, en materia ambiental y de inseguridad.
La experta estadunidense en temas de política internacional, justicia y paz detalló que la relación entre inseguridad y daño ecológico se da en el momento en que por esos efectos del clima escasean recursos naturales o se hacen de difícil acceso creando tensiones entre la gente.
De acuerdo con su percepción, uno de los recursos que el país está perdiendo más de manera acelerada son los arrecifes de coral, cuyos ecosistemas son dañados por el aumento de la temperatura del mar y los eventos por huracán. La sequía en el norte, una de las expulsoras de migrantes hacia Estados Unidos, también es de llamar la atención.
“En algunos casoscontinuó Shiloh— la gente que pierde sus cultivos, por ejemplo, puede optar por abandonar el lugar en busca de otras oportunidades o por delinquir. Son rutas viables para la gente que no tiene sustento o que desea mantener lo básico para sobrevivir, pero son caminos o escenarios extremos que no son parte central del trabajo, pero que sí tomamos en cuenta por la condición actual de México.”
Pero Feakin, director de Seguridad Nacional del RUSI, advirtió que las cuestiones de cambio climático son mucho más peligrosas en países en donde ya existen problemas por cuestiones raciales o étnicas, “porque las reacciones suelen ser mucho más violentas”.
—¿La lucha que libra el gobierno federal contra el crimen organizado o la crisis sanitaria comprometen las metas en materia de cambio climático?
—México es un país líder en cuanto a que comienza a actuar contra el cambio climático y también tiene un problema muy importante respecto de la inseguridad. La cuestión es priorizar. Los gobiernos tienen que ver qué es lo más importante a resolver, porque los problemas ambientales también son difíciles de tratar.
—¿Qué esperan encontrar con su proyecto?
—La pregunta es cómo el cambio climático afectará a la región, cómo modificará las actividades humanas rumbo al año 2040. Se anticipa que los impactos de los eventos meteorológicos sean mayores a nuestra capacidad. Actividades como la agricultura serán afectadas aún más, y el crecimiento poblacional va a incrementar la competencia por el aprovechamiento de losrecursos.
“De tal manera que aún no podemos dar certeza sobre lo que hallaremos, porque tenemos el caso de lugares que fueron seriamente lastimados por huracanes e inundaciones y, contrario a lo que esperábamos, la gente no migró en números importantes. Es decir, estamos abiertos a lo que la investigación arroje”, aclaró Fetzek, quien anunció que presentarán sus avances al gobierno mexicano ylegisladores.
“Es difícil saber lo que va a pasar, porque se trata de ver esa relación entre los países y la reacción que tiene la gente y, sobre todo, de la importancia de evitar medidas desesperadas o que generen violencia”, apuntó el también experto en política internacional, seguridad y paz.
Los expertos de la embajada británica tienen claro que su estudio no va a resolver los problemas ambientales y así quieren que se entienda, porque el objetivo es crear consciencia en los gobiernos para que comiencen a pensar en seguridad como un problema integral y no sólo en el ámbito policial.
“Somos investigadores, no vinimos a imponer qué es lo que se tiene qué hacer. Se trata de compartir información con otros gobiernos para crear juntos acciones contra esos escenarios”, aclaró el doctor y mencionó el caso de Guatemala:
“Es muy importante estudiar la relación entre crimen organizado y el cambio climático porque en ese país los narcotraficantes ya se han apoderado de ciertos territorios.”
Sobre la gobernabilidad de esa nación centroamericana, Shiloh recordó que el Estado ni siquiera tiene algún tipo de control contra la delincuencia, quien ha suplantado al gobierno en algunos lugares para ofrecer servicios a la población.
Jaime Contreras 13-07-09 Excelsior

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