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Agua Observatorio meteorológico La Corriente del Golfo no se está desacelerando

La Corriente del Golfo no se está desacelerando

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Richard Black (BBC)

La Corriente del Golfo no parece estar desacelerándose, afirmaron científicos estadounidenses que utilizaron satélites para monitorear los cambios en el mar. En concordancia con los resultados obtenidos por otros expertos que utilizaron distintas metodologías, el equipo estadounidense descubrió variaciones dramáticas en el corto plazo, pero esto no significa que se trate de una tendencia, según aclaran.

Algunos modelos de cambio climático proyectan una desaceleración -argumento planteado en la película "El día después"- en esta corriente.

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Geophysical Research Letters.

Cambios sí, tendencia no

La Corriente del Golfo es un proceso clave en el clima de Europa occidental. Empuja el calor de los trópicos hacia el norte y mantiene a países como el Reino Unido unos 4-6ºC más cálidos.

Forma parte de un movimiento de agua más amplio, la Circulación de Retorno Meridional Atlántica, que es en sí misma, uno de los componentes de la sistema global de corrientes termohalinas.

Los cambios que hemos visto en la fuerza del retorno son, probablemente, parte de un ciclo natural

Josh Willi, NASA

Entre 2002 y 2009, dice el equipo, no notamos ninguna tendencia, sólo muchas variaciones en períodos cortos.

Las imágenes satelitales recabadas desde 1993 sugieren un aumento pequeño en el flujo, pero los investigadores no están convencidos de que este cambio sea significativo.

"El aumento leve del retorno desde 1993 coincide con el ritmo natural de calentamiento y enfriamiento del Atlántico".

Confusión

Las primeras observaciones que hicieron suponer que la circulación se estaba tornando más lenta salieron a la luz en 2005, como parte de una investigación del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido (NOC, por sus siglas en inglés).

 

Si no fuese por la Corriente del Golfo Europa sería mucho más fría.

Tras hacer mediciones en diversos puntos del Atlántico y luego de comparar esta información con registros históricos, los investigadores notaron que el volumen de agua fría que retornaba hacia el sur parecía haber caído en cerca de un 30% en medio siglo.

Una disminución que los expertos consideraron significativa.

El agua cálida de la superficie se hunde en el Ártico y vuelve hacia el sur, por el fondo del océano, dando impulso a la circulación.

Sin embargo, observaciones posteriores hechas por el mismo equipo, dejaron en evidencia que la fuerza de la corriente varía enormemente de una estación a otra, o incluso entre períodos más cortos.

Desde 2004, los expertos no han descubierto ninguna tendencia firme.

Variabilidad

Actualmente, el equipo del NOC cuenta con una serie de instrumentos de medición en todo el Atlántico que registran información de forma continua.

"En cuatro años y medio de mediciones, hemos encontrado una gran variabilidad, y estamos trabajando para hallar una explicación", aseguró Harry Bryden, investigador del NOC.

Las cantidades de agua involucradas son enormes, con variaciones de entre 4 y 35 millones de toneladas de agua por segundo.

La investigación es parte del proyecto financiado por el Reino Unido "Rapid", que tiene como misión afinar el entendimiento sobre el impacto potencial de los grandes cambios climáticos que pueden tener lugar en períodos de tiempo corto.

El equipo de Bryden calcula que el sistema de sensores emplazado en el Atlántico es lo suficientemente bueno como para detectar cambios en el flujo de la corriente de más de 20 en el largo plazo.

Más ficción que ciencia

La idea que un ralentamiento en la Corriente del Golfo puede provocar eventos catastróficos repentinos, como por ejemplo grandes tormentas de nieve en las tierras templadas de Europa occidental y en el este de América del Norte ha sido muy explotada por Hollywood.

Ésta siempre ha sido una fantasía, como, dice Josh Willis, así como la idea de que la desaceleración de la corriente puede provocar otra edad de hielo.

Aunque éste no sea el caso, el experto enfatiza que esta corriente juega un papel importante en el clima de hoy."Algunos incluso sugieren que los cambios cíclicos en el flujo de la corriente pueden generar un enfriamiento y un calentamiento en el Atlántico del Norte a lo largo de varias décadas y afectar los patrones de lluvia en Estados Unidos y África e incluso el número de huracanes en el Atlántico.

Fuente: BBC